Al consumarse la independencia, el país
enfrentaba una difícil situación. La larga guerra había dañado fuertemente la
industria, el comercio exterior y la agricultura, y en general a todos los
sectores de la economía.
El 25 de febrero de 1822 comienza su actividad el Congreso Constituyente, que pronto entrará en roces con la Regencia: el Congreso se proclama único representante de la soberanía de la nación, prohíbe los gastos no autorizados por él, y elimina los empréstitos forzosos. El 18 de mayo se produce un motín del regimiento de Celaya exigiendo que Iturbide sea elegido emperador; otras unidades de la guarnición de la capital se unen a la sublevación. Bajo esta presión, a la mañana del día siguiente el Congreso proclamó emperador a Iturbide, que fue coronado el con el nombre de Agustín I. El empleo de la fuerza militar por Iturbide estableció costumbres peligrosas. Así fue que el 19 de marzo de 1823, ante la presión militar a que fue sometido, Iturbide renunció al trono que ocupó durante diez meses.
Al final del imperio de Iturbide, se permitió el desarrollo de dos formas de percibir la parte política, incubadas a lo largo de la colonia:
Por parte de la logia yorkina: el Partido Liberal y por parte de la logia escocesa: el Partido Conservador.
*Partido Liberal
Llamado también partido del Progreso y dividido en puros y radicales, fue fundado por José María Luis Mora a principios del s. XIX.
Quienes lo apoyaban, eran gente de modestos recursos, profesión abogadil, clero bajo, juventud y larga cabellera, entre ellos están: José Ma Luis Mora, Santos Degollado, Epitacio Huerta, Guillermo Prieto, Juárez, Ocampo, Parrodi, Payno, Silíceo, Comonfort, Manuel Doblado y Ponciano.
El proyecto político, era introducir cambios profundos en la sociedad para quitar el despotismo y poner libertades políticas y civiles. Se pensaba en una República Federal, Democrática, Representativa, Burguesa y Popular, estableciando los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Querían que hubiese igualdad ante la ley mantaniendo la constitución de 1824. Otorgar libertades individuales para consagrarse al trabajo, industria, comercio etc, de cada uno. Habiendo tolerancia de religiones.
*Partido Conservador
Quienes lo apoyaban, eran gente rica, del ejército, terratenientes, etc. Como por ejemplo Lucas Alamán (fundador), Airangoiz, Elguero, Zuluaga, Juan Nepomaceno, Antonio Haro, Miramón, Osollo, Márquez, etc.
Su proyecto político, es continuar con el antiguo régimen y orden social español, basado en privilegios en prejuicio de otros. Son sin elecciones. Monarquía centralista con estados convertidos a departamentos, que son 100% independientes del monarca. Son anti-federalistas.
El 25 de febrero de 1822 comienza su actividad el Congreso Constituyente, que pronto entrará en roces con la Regencia: el Congreso se proclama único representante de la soberanía de la nación, prohíbe los gastos no autorizados por él, y elimina los empréstitos forzosos. El 18 de mayo se produce un motín del regimiento de Celaya exigiendo que Iturbide sea elegido emperador; otras unidades de la guarnición de la capital se unen a la sublevación. Bajo esta presión, a la mañana del día siguiente el Congreso proclamó emperador a Iturbide, que fue coronado el con el nombre de Agustín I. El empleo de la fuerza militar por Iturbide estableció costumbres peligrosas. Así fue que el 19 de marzo de 1823, ante la presión militar a que fue sometido, Iturbide renunció al trono que ocupó durante diez meses.
Al final del imperio de Iturbide, se permitió el desarrollo de dos formas de percibir la parte política, incubadas a lo largo de la colonia:
Por parte de la logia yorkina: el Partido Liberal y por parte de la logia escocesa: el Partido Conservador.
*Partido Liberal
Llamado también partido del Progreso y dividido en puros y radicales, fue fundado por José María Luis Mora a principios del s. XIX.
Quienes lo apoyaban, eran gente de modestos recursos, profesión abogadil, clero bajo, juventud y larga cabellera, entre ellos están: José Ma Luis Mora, Santos Degollado, Epitacio Huerta, Guillermo Prieto, Juárez, Ocampo, Parrodi, Payno, Silíceo, Comonfort, Manuel Doblado y Ponciano.
El proyecto político, era introducir cambios profundos en la sociedad para quitar el despotismo y poner libertades políticas y civiles. Se pensaba en una República Federal, Democrática, Representativa, Burguesa y Popular, estableciando los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Querían que hubiese igualdad ante la ley mantaniendo la constitución de 1824. Otorgar libertades individuales para consagrarse al trabajo, industria, comercio etc, de cada uno. Habiendo tolerancia de religiones.
*Partido Conservador
Quienes lo apoyaban, eran gente rica, del ejército, terratenientes, etc. Como por ejemplo Lucas Alamán (fundador), Airangoiz, Elguero, Zuluaga, Juan Nepomaceno, Antonio Haro, Miramón, Osollo, Márquez, etc.
Su proyecto político, es continuar con el antiguo régimen y orden social español, basado en privilegios en prejuicio de otros. Son sin elecciones. Monarquía centralista con estados convertidos a departamentos, que son 100% independientes del monarca. Son anti-federalistas.
La educación en el
siglo XIX
La educación fue una preocupación profunda para
algunos novohispanos que participaron como diputados en las Cortes de Cádiz en
marzo de 1812. Desde entonces, existen antecedentes de comisiones o comités
legislativos que participaron activamente en proyectos para poner en marcha un
sistema educativo mexicano. De esta forma, bajo el amparo del Reglamento para
el Gobierno Interior de las Cortes de Cádiz en septiembre de 1813, se constituyó la
Comisión de Instrucción Pública, el primer cuerpo legislativo encargado de los
temas educativos en México.[1]
No obstante, el primer cuarto del siglo
XIX fue particularmente difícil para la historia constitucional de México. En
esta época se promulgó el documento “Los Sentimientos de la Nación”, una
constitución liberal que sentó las bases para el debate legislativo en el
Congreso de Chilpancingo. A pesar de su trascendental importancia en la
conducción de la lucha por la independencia, esta constitución no contempló
expresamente el establecimiento de comisiones de trabajo legislativo.
Una situación similar ocurrió con la
aprobación del Reglamento para el Gobierno Interior de la Soberana Junta
Provisional Gubernativa del Imperio Mexicano de 1821. La debilidad del
incipiente Estado mexicano para atender asuntos relacionados con la legislación
educativa caracterizó este periodo. La clase política mexicana de ese entonces
no tenía como principal motivación crear un sistema educativo nacional, puesto
que tenía la posibilidad de educar a sus hijos en el extranjero o con
preceptores particulares. Como explica Anne Staples, la
instrucción de los grupos populares le interesaba sólo a la élite en cuanto le
facilitaba el control social.[2]
Una vez consumada la independencia con
los Tratados de Córdoba, el 24 de febrero de 1822 se instaló el primer Congreso
Constituyente, que soportó la efímera monarquía de Agustín de Iturbide hasta
marzo de 1823. Sin embargo, con el Plan de Casa Mata, el Congreso se desintegró
para dar paso a otro constituyente en abril de 1823. En las juntas
preparatorias para elaborar el reglamento del Soberano Congreso, el nuevo constituyente discutió el modelo
de instrucción pública a seguir. De hecho, este asunto generó acalorados
debates entre quienes querían un modelo conservador (centralistas) y quienes se
definían a favor de una educación liberal (federalistas).
Posteriormente, el 31 de enero de 1824,
el segundo Congreso Constituyente aprobó el Acta Constitutiva de la Federación;
con este hecho, los legisladores sentaron las bases para la promulgación de la
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824. Con el Reglamento
para el Gobierno Interior del Congreso General de diciembre de 1824, se reinstaló
nuevamente la Comisión Permanente de Instrucción Pública. Esta comisión
persistió sin cambios nominales incluso aún después de las modificaciones al
Reglamento Interior de la Cámara de Diputados realizadas por el Congreso
Constituyente de 1916.
Gracias a los trabajos de la Comisión
de Instrucción Pública efectuados durante el Congreso Constituyente de 1916, se
estableció en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 que la educación
impartida por el Estado tendería a desarrollar armónicamente todas las
facultades del ser humano y fomentaría el amor a la Patria, además de estipular
que todo individuo tendría derecho a recibir educación básica gratuita y
obligatoria.[3]
Para inicios de la década de 1930 se
presentaron diversos cambios relacionados con la política educativa nacional.
En primer lugar, en marzo de 1934 se expidió el Reglamento para el Gobierno
Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos que creó la
Comisión de Educación Pública en sustitución de la Comisión de Instrucción
Pública. El 1o. de julio de 1934, el país celebró
elecciones generales. El diputado Luis Enrique Erro, fue electo Presidente de
la Comisión Permanente de Educación Pública y una de sus primeras labores fue
proponer la reforma del artículo tercero constitucional, el cual fue uno de los asuntos más importantes que afrontó la XXXVI
Legislatura.[4]
La reforma al artículo tercero constitucional, estableció que la educación impartida por el Estado sería socialista,
entendida ésta como la formación en los alumnos de un concepto racional
de la vida social a semejanza del positivismo, excluyendo de ella toda doctrina
religiosa. Este modelo de educación significó una amenaza para las iglesias,
especialmente para la católica por su influencia en el ámbito educativo. Su
lugar fue ocupado por la escuela laica.
La Comisión Permanente de Educación
Pública se mantuvo sin cambios nominales y sustanciales durante varias décadas.
Posteriormente, en julio de 1994, se reformó la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y la Comisión Permanente de
Educación Pública, con el fin de tratar con mayor profundidad los asuntos
relacionados con la cultura, la ciencia y el deporte, dividió sus funciones en
un conjunto particular de temas dando lugar a las siguientes cinco comisiones:
Comisión Ordinaria de Ciencia y Tecnología, Comisión Ordinaria de Corrección de
Estilo, Comisión Ordinaria de Cultura, Comisión Ordinaria de Deporte y Comisión
Ordinaria de Educación.[5]
No obstante, en septiembre de 1999 se
reformó nuevamente la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos con el objetivo de reducir
sustancialmente el número de comisiones en la Cámara de Diputados. De esta
forma las cinco comisiones ordinarias que venían tratando los temas culturales,
científicos y educativos fueron fusionadas en la Comisión Ordinaria de
Educación Pública, Cultura y Ciencia y Tecnología. Finalmente, en octubre del
2000, la LVIII Legislatura propuso nuevas reformas a la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos que permitieron que la Comisión
Ordinaria de Educación Pública, Cultura y Ciencia y Tecnología se dividiera en
tres comisiones: la Comisión de Ciencia y Tecnología, la Comisión de Cultura y
la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos.[6]
Después de años de constante evolución,
a partir del año 2000 el trabajo legislativo en materia educativa es
responsabilidad de la Comisión de Educación Pública y Servicios
Educativos. De acuerdo con su
programa de trabajo, publicado en la Gaceta Parlamentaria del 8 noviembre de 2004,
los integrantes de esta Comisión tienen como objetivos
primordiales:
Impulsar iniciativas para
obtener un presupuesto en el año 2006 que alcance una inversión pública en el
ámbito educativo del 8% del Producto Interno Bruto.
Simplificar la administración de
los recursos destinados a la educación y transparentar los criterios de
distribución del gasto educativo.
Incorporar a los criterios de
distribución de los recursos, así como a las reformas educativas en curso, los
criterios y opiniones de todos los actores sociales involucrados en el ámbito
de la educación nacional.
Anexos de las actividades realizadas
por la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos en las tres últimas
legislaturas
•
Acuerdos
a. Pronunciamiento
en torno a los proyectos de Ley de Ingresos y de Presupuesto de Egresos de la
Federación para el año 2002, presentado por el Ejecutivo Federal. Gaceta
Parlamentaria, número 911-II, domingo 30 de diciembre de 2001.
b. Comunicación
para solicitar ampliar el plazo para dictaminar la iniciativa que reforma el
artículo 25 de la Ley General de Educación, presentada el 14 de septiembre de
año 2000 por la Dip. Hortensia Aragón Castillo. Gaceta Parlamentaria, número 851, jueves 4 de octubre de
2001.
c. Comunicación
solicitando se amplíe el plazo para dictaminar la iniciativa de decreto para
reformar el artículo 25 de la Ley General de Educación. Gaceta Parlamentaria, número 992, viernes 3 de mayo de 2002.
d. Comunicación
sobre los motivos de la cancelación del Foro de Consulta sobre la Ley
Federal de la Cultura del Sordo, que se realizaría el martes 20 y miércoles
21 de agosto de 2002. Gaceta Parlamentaria, número 1068, martes 20 de agosto de
2002.
e. Conclusiones
de los Foros de Consulta Sobre Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas,
realizados por las Comisiones Unidas de Asuntos Indígenas y de Educación
Pública y Servicios Educativos. Gaceta Parlamentaria, número 1108, lunes 14 de octubre de
2002.
f. En
el que se consideran insuficientes los recursos asignados al sector educativo
para el ejercicio fiscal de 1998 y se pide a la Comisión de Programación,
Presupuesto y Cuenta Pública analizar opciones para incrementar el presupuesto
a la educación. Gaceta Parlamentaria, miércoles 21 de enero de 1998.
g. Con
pronunciamiento sobre el anuncio gubernamental de recorte al presupuesto a la
Educación. Gaceta Parlamentaria, lunes 16 de febrero de 1998.
h. Que
hace una respetuosa llamada a las autoridades, maestros y estudiantes de la
UNAM, para que inicien el diálogo que haga posible la superación de las
diferencias que sostienen respecto a la aplicación del Reglamento General de
Pagos, y para que con respecto a la legalidad interna de la propia universidad
se logre una solución al conflicto que ha originado la suspensión de las
actividades universitarias. Gaceta Parlamentaria, número 254 bis IV, jueves 29 de abril de 1999
• Actas
a. De
su primera reunión plenaria para efectos de instalación formal, realizada el
jueves 9 de octubre de 2003.
Gaceta Parlamentaria, número 1620-I, lunes 8 de noviembre de 2004.
Gaceta Parlamentaria, número 1620-I, lunes 8 de noviembre de 2004.
•
Informes
a. Primero
de trabajo, del periodo octubre de 2003-abril de 2004. Gaceta Parlamentaria, número 1509,
martes 1 de junio de 2004.
b. Anual
de actividades, correspondiente al lapso octubre de 2003-octubre de 2004. Gaceta Parlamentaria, número 1620-I, lunes 8 de noviembre
de 2004.
c. Semestral
de actividades, de septiembre de 2000 a febrero de 2001. Gaceta Parlamentaria, número 748, miércoles 16 de mayo de
2001.
hombre del personaje: Valentín Gómez Farías
Fecha de nacimiento: 14 de febrero de 1781 Fecha de fallecimiento: 5 de julio de 1858 Origen: Guadalajara Actividad: Médico y político Época: Independencia |
|
Nació en Guadalajara; estudió la carrera de medicina la cual
desarrolló más tarde en la ciudad de
Aguascalientes. Después se inclinó por la política, carrera muy difícil en esa
época. Logró ser regidor del ayuntamiento y diputado en las cortes españolas.
Gómez Farías tenía cierto fervor por su patria, tan evidente que a través de todos los actos que realizó, pudo implantar una república federal, libre, y democrática en el país como lo deseaba.
Nosotros creemos que luchar por una república federal y democrática fue su gran obra; además que como vicepresidente durante el gobierno de Santa Anna, provechó las retiradas estratégicas del presidente, en las que asumiendo la presidencia, intentó cambios radicales en la estructura político-social de la nación.
Por mala suerte estos cambios daban marcha atrás, cada vez que Santa Anna regresaba; a pesar de la inestabilidad política de la época, Gómez Farías sentó las bases de la reforma con principios liberales, que actualmente forman parte de nuestra constitución política.
Entre otros logros de Gómez Farías están:
*La libertad de opinión, supresión de las leyes de represión a la prensa, la abolición de los privilegios de la iglesia y el ejército, la supresión de las ordenes monásticas; así como establecer los medios que procuraran el mejoramiento de los grupos indígenas y la educación de las clases populares, todos ellos, principios liberales.
Gómez Farías tenía cierto fervor por su patria, tan evidente que a través de todos los actos que realizó, pudo implantar una república federal, libre, y democrática en el país como lo deseaba.
Nosotros creemos que luchar por una república federal y democrática fue su gran obra; además que como vicepresidente durante el gobierno de Santa Anna, provechó las retiradas estratégicas del presidente, en las que asumiendo la presidencia, intentó cambios radicales en la estructura político-social de la nación.
Por mala suerte estos cambios daban marcha atrás, cada vez que Santa Anna regresaba; a pesar de la inestabilidad política de la época, Gómez Farías sentó las bases de la reforma con principios liberales, que actualmente forman parte de nuestra constitución política.
Entre otros logros de Gómez Farías están:
*La libertad de opinión, supresión de las leyes de represión a la prensa, la abolición de los privilegios de la iglesia y el ejército, la supresión de las ordenes monásticas; así como establecer los medios que procuraran el mejoramiento de los grupos indígenas y la educación de las clases populares, todos ellos, principios liberales.
Valentín fue constituyente en los años de 1824-1857. Otras de sus
hazañas fueron la de suprimir la Universidad Pontifica de México,
sustituyéndola por la Dirección General de Instrucción Pública para el Distrito
y territorios de la federación. Llevó a cabo la instauración del Instituto de
Ciencias Médicas, que más tarde se convirtió en la Facultad de Medicina.
También dictó una ley permitiendo la organización de la Biblioteca Nacional.
El doctor José María Luis Mora fue uno de sus colaboradores más cercanos.
El doctor José María Luis Mora fue uno de sus colaboradores más cercanos.
El documento que contiene plasmados los ideales de Valentín Gómez Farías
se conoce con el nombre de "Leyes de Reforma", la expedición de estas
leyes, cubrió casi un año, de abril de 1833 al mes de abril de 1834, en este
lapso se dieron nuevos levantamientos en contra de la obra reformista, pero que
fracasaron en su intento por impedir la tarea de Gómez Farías.
En el orden económico se dispuso que el gobierno se hiciera cargo de los
bienes del duque Monteleone, destinando sus rentas para el sostenimiento de la
educación pública (27 de mayo de 1833); se ordenaba la secularización de las
misiones de California, desde entonces sus productos pasaban a la renta
nacional (17 de agosto de 1833), y los bienes y
capitales de las misiones de Filipinas pasaran a la Federación (31 de agosto de
1833).
Las reformas a la iglesia prohibían al clero regular y secular, tratar
asuntos políticos (6 y 8 de junio de 1833); se suprimió la coacción civil para
el pago del diezmo y para el cumplimiento del voto monástico (27 de octubre y 6
de noviembre respectivamente); supresión de sacristías mayores (17 de diciembre
de 1833); los edificios jesuitas fueron cedidos a los estados de la Federación
(31 de enero de 1834), y se ordenaba la secularización de todas las misiones de
la República (16 de abril de 1834).
En cuestiones del ejército se ordenaba la destitución de los jefes
militares que se pronunciaran en contra de las instituciones federales (5 de
agosto de 1833); se ordena la reducción del ejército, con el fin de mantener
sólo a las tropas indispensables para proteger el orden interno (11 de
noviembre de 1833), se ordena la disolución de los sublevados del ejército (15
de noviembre de 1833); se ordena la formación de la milicia cívica en el D.F. y
territorios (21 de marzo de 1834)
Gómez Farías trató de operar una profunda transformación en el campo de
la educación, por considerar que era al Estado a quien correspondía atender
este importante servicio social. Sus disposiciones en materia educativa, fueron
de tal importancia que se las considera inspiratorias de la organización
nacional.
Establece la libertad de imprenta el 2 de abril de 1833; suprime colegios religiosos y los destina a la educación pública (12 de octubre de 1833), suprime la Universidad Pontificia y ordena la creación de la Instrucción Pública (23 de octubre de 1833), se establece la creación de seis instituciones de estudios superiores, se declara la libertad de enseñanza y se crea la Escuela Normal de Profesores.
Establece la libertad de imprenta el 2 de abril de 1833; suprime colegios religiosos y los destina a la educación pública (12 de octubre de 1833), suprime la Universidad Pontificia y ordena la creación de la Instrucción Pública (23 de octubre de 1833), se establece la creación de seis instituciones de estudios superiores, se declara la libertad de enseñanza y se crea la Escuela Normal de Profesores.
Al morir Gómez Farías, y por decisión de algunos clérigos, se le niega
el derecho a ser sepultado en el camposanto, debido a su ferviente liberalismo,
quedando sepultado en la huerta de su propiedad.
En el Centenario de la Escuela de Medicina en 1933, los restos del
prócer de la reforma fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres.
Así, por la labor desarrollada en la estructuración de la Constitución, donde
quedaron plasmados sus ideales, el pueblo de México rinde homenaje a este
ilustre mexicano denominándole: "EL PADRE DE LA REFORMA"
LA EDUCACIÓN EN MÉXICO COMO
PROCESO SOCIAL
INTRODUCCIÓN
Este ensayo presenta un
recuento del problema social que aún es candente en nuestra vida política del
país: la educación. Hoy que nos encontramos a cerca de ciento ochenta años de
vida independiente, y aún cuando los propósitos no son los mismos, la educación
en nuestro país continúa siendo tema de interés por sus implicaciones económicas, sociales,
filosóficas, morales, pedagógicas y sobre todo políticas. De ahí, que en cada
sexenio el presidente en turno, con su equipo, le impriman los cambios que
consideran pertinentes.
Así, en el pasado, desde los
orígenes de nuestra nación, asistimos a innumerables cambios ajustándolos a los
vaivenes políticos e ideológicos en boga o a los intereses de partidos
políticos que pretendían imponer su proyecto de nación.
En el trabajo, se trata de
resaltar cómo el desarrollo educativo de México está determinado por amplios
sectores sociales, que al acceder al control político de la nación imponen su
proyecto de nación, en la creencia de que se está respondiendo a los intereses
de la mayoría del pueblo mexicano.
INICIO DEL MÉXICO INDEPENDIENTE
En los primeros años del México
Independiente nuestro país intenta romper con un sistema de gobierno impuesto
por el dominio español. Las
primeras décadas se distinguen por el enfrentamiento entre dos grupos políticos
que tratan de imponer la forma de gobierno que ellos creen que es la adecuada
para el país. Este no encuentra la forma apropiada de gobernar, se observa al
ensayar distintos tipos de gobierno (monarquía, república federal, república
central y nuevamente federal) mientras el país es presa del imperialismo
agresivo del siglo pasado costándole tres invasiones, la perdida de más de dos
millones de kilómetros cuadrados y varios levantamientos armados.
Las invasiones de Francia, las
pérdidas territoriales con Estados Unidos y los constantes enfrentamientos entre liberales y conservadores permitieron que
una generación de mexicanos, que ubicamos en las dos primeras décadas del siglo
XIX, tomara conciencia de lo mexicano, se sintiera orgullosamente nacionalista
y se preparara intelectualmente para enfrentar a las instituciones retrógradas del
país con el fin de destruirlas en forma definitiva: el clero y el ejército.
LA JOVEN REPÚBLICA Y LAS
PRIMERAS INQUIETUDES EDUCATIVAS
En los primeros años de vida
independiente se distinguen por sus inquietudes educativas Lorenzo de Zavala,
José María Luis Mora, Valentín Gómez Farías y el conservador Lucas Alamán.
Estos pensadores a pesar de sus divergencias ideológicas y concepción de la
forma de gobierno que debería adoptar nuestro país, coincidían en que la
instrucción “era uno de los más poderosos medios de prosperidad” por tanto, la
educación no debería concretarse a enseñar a leer y escribir, sino que se hacía
necesario dotar a las ciudadanos de una formación moral y política acorde al
sistema de gobierno que adoptara nuestra nación. “Así pues, es inconcluso que
el sistema de gobierno debe estar en absoluta conformidad con los principios de
la educación”. (Vázquez 1979: 30)
Es a partir de 1833, que
Valentín Gómez Farías llega interinamente a la presidencia de la república,
cuando el grupo liberal va a imponer su proyecto educativo concentrado en
resolver tres graves problemas para la época: primero someter al clero y evitar
su injerencia en los asuntos de gobierno; segundo, disolver el ejército
conservador y sustituirlo por una Guardia Nacional, y tercero, implantar una
reforma educativa.
Podemos considerar que este
intento de reforma, aún con sus limitaciones en cuanto a sus alcances,
significó el primer intento serio, de darle a la educación la responsabilidad
de formar ciudadanos con una ideología que respondiera al sistema político
nacional.
La Educación, para su mejor
administración, sería dirigida por una Dirección General de Instrucción Pública
para el Distrito y Territorios Federales y los estados se encargarían de
controlar la educación en sus jurisdicciones respectivas quienes delegarían su
responsabilidad a los municipios.
Este periodo inmediato a la
Independencia, pretende que la educación forme ciudadanos aptos para el
ejercicio de la democracia, la defensa del territorio nacional y se fortalezcan
los sentimientos nacionalista. Se descubre que se hace necesario que las
escuelas incluyan el llamado Catecismo Político y nociones de historia patria;
así mismo, encontramos que en este periodo le dan al país un símbolo: la
Bandera, que nos identifique y en consecuencia nos distinga de las demás
naciones y al final se agrega el Himno Nacional como fortalecimiento del
sentimiento patrio. La nación buscaba una identidad, la educación sería la
encargada de acentuarla, transmitirla y perpetuarla.
LA ETAPA LIBERAL
Al triunfo de la Revolución de
Ayutla, la nueva generación de dirigentes llevaría al país por una radical
reforma para salir del caos en que se encontraba. Parte de esta Reforma
comprendía a la escuela, que según Juárez ejercía una importante influencia en
la moral y los ideales sociales.
El Art. Tercero de la
Constitución de 1857 es bastante escueto pues solo se concreta a afirmar que
“la enseñanza es libre, la ley determinará que profesiones necesitan título
para su ejercicio y con qué requisitos se deben expedir”. Para 1867, después
del triunfo de las fuerzas liberales contra el ejército expedicionario de
Napoleón III y el frustrado Imperio de Maximiliano, Juárez encarga al Dr.
Gabino Barreda redactar la Ley de Instrucción Pública en la que se contempla la
instrucción primaria “gratuita para los pobres y obligatoria en los términos
que expondrá el reglamento”. (Vázquez, 1979:56), además Barreda se encarga de
organizar la escuela preparatoria de acuerdo a principios positivistas.
La obra de Barreda es
importante en varios sentidos: primeramente interpreta la historia de México
desde el punto de vista positivista, para después reconocer en los liberales
los salvadores de la nación y por lo tanto las fuerzas positivas que harían
posible el triunfo de su filosofía. La escuela según el positivismo permitiría
alcanzar “libertad, orden y progreso”, y de la preparatoria saldría el grupo
selecto que llevaría los destinos de la nación. (Barreda, 1978:15)
El crecimiento educativo del
México independiente hasta 1874 se vio interrumpido por las guerras constantes
del país. De los pocos datos estadísticos que se tienen, revelan que al triunfo
de los liberales sobre los conservadores y el imperio de Maximiliano, los
esfuerzos educativos se incrementaron.
AÑO N° DE ESCUELAS
1843 1,310
1857 1,424
1870 4,570
·
1874
8,103
En estos cuatro años se duplicó
el número de escuelas, aún cuando el incremento era mínimo ante lo ingente del
problema educativo. Según datos proporcionados por Barreda solo asistían a la
escuela 349,000 niños de un total de 1, 800,000.
En el gobierno Porfirista
vendrían los adelantos educativos mediante los congresos nacionales de
educación y la presencia de importantes pedagogos que sentaron las bases de la
educación moderna de México: Enrique Laubscher, Carlos A. Carrillo, Enrique C.
Rebsamen, Don Justo Sierra y otros. Estos educadores determinarían el rumbo de
la educación nacional de fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Se introducen las nuevas corrientes pedagógicas europeas con la llegada de
Rébsamen y la influencia de Pestalozzi y Froebel. (Meneses, 1988:566)
Durante el Porfiriato asistimos
a una educación elitista y de alta calidad y en donde la educación superior generalmente
se realizaba en el extranjero, pues sería hasta 1910 cuando Porfirio Díaz, para
conmemorar el Centenario de la Independencia, y por iniciativa de Don Justo
Sierra, se reabre la Universidad Nacional.
LA EDUCACIÓN POSREVOLUCIONARIA
En cumplimiento de las
exigencias sociales emanadas del movimiento revolucionario de 1910, los
constituyentes de 1917 redactaron el artículo 3° inspirado en los principios de
justicia social al consagrar la educación gratuita, obligatoria y laica, para
que todo niño mexicano tuviera acceso a ella. Estos principios establecidos en
la nueva Constitución era necesario que los pusieran en práctica y va a ser el
gobierno del Gral. Álvaro Obregón cuando el país entra en la etapa constructiva
y la educación recibe el impulso vital del intelectual revolucionario Don José
Vasconcelos, que desde la Rectoría de la Universidad impulsa y fundamenta la
idea de la necesidad de establecer una Secretaria de Estado que se encargue de
la educación a fin de diseñar y administrar todo lo referente a la cultura que
la sociedad del México posrevolucionario exigía.
La formación filosófica,
religiosa, humanística y nacionalista de Vasconcelos se va a reflejar durante
su gestión al frente de la recién fundada Secretaria de Educación Pública. Concibe
su obra como una cruzada nacional que llevará al campo el evangelio de la
educación. Inspirado en los religiosos del siglo XVI que realizan la conquista
espiritual simultáneamente a la conquista militar, el campesino podría recibir
la educación que la época exigía mediante el novedoso sistema de maestros
misioneros itinerantes que se dispersaron y recorrieron miles de comunidades en
donde era difícil recibir el influjo de la educación formal y de conocimientos
prácticos para el pueblo campesino. Las Misiones Culturales fueron elemento
fundamental en la obra educativa vasconcelista. Una vez comprobado el éxito de
ellas, se fundaron las Escuelas Normales Regionales y la Casa del Pueblo.
Realiza También una importante labor editorial para después de editar las obras
clásicas, fundar bibliotecas para el pueblo.
Durante la estancia de
Vasconcelos en la secretaría, llega a México la influencia de las ideas
pedagógicas de John Dewey y su escuela de la acción que se encargó de difundir
el Prof. Moisés Sáez, esto hace que a partir de esa época la enseñanza
tradicional verbalista reciba la influencia de esta nueva escuela que proponía
enseñar al alumno mediante la acción. La escuela del campo va a estar asociada
a las actividades productivas.
Por lo anterior podemos decir,
que la labor de Vasconcelos está aún presente y los gobiernos posteriores van a
acentuar su radicalismo revolucionario, entendiendo muchas veces por
revolucionario ser antirreligioso, lo que al final hizo estallar la Revolución
Cristera.
El Callismo va a dejar como
herencia un profundo sentimiento antirreligioso y las condiciones apropiadas
para la modificación del artículo 3° con el fin de arrancarle al clero su
influencia en la educación y así “apoderarse de las conciencias de la niñez, de
las conciencias de la juventud, porque son y deben pertenecer a la Revolución”.
(Vázquez, 1979:173) esta postura va a llevarnos a la etapa del cardenismo con
su educación socialista.
LA EDUCACION SOCIALISTA
El cardenismo recibe como
herencia del “callismo” no nada más el artículo tercero que contempla la
educación socialista, sino también, el sentimiento antirreligioso. Así mismo,
el cardenismo hace suyo el problema agrario que los anteriores gobiernos habían
soslayado: la entrega de tierras a los campesinos. Junto a este impulso que le
da al campesino, también se preocupa por sentar las bases de la
industrialización del país.
Estas dos posturas del
cardenismo: reparto de tierras e industrialización, serán los dos grandes
rubros que van a determinar el tipo de educación de esta etapa. Una educación
para el campo a través de la escuela rural en donde está presente la educación
vasconcelista y una educación técnica que culminará con la fundación del
Instituto Politécnico Nacional de donde saldrían los técnicos para promover la
industrialización del país.
Entre los pedagogos que
influyeron en este periodo, tenemos al mexicano Rafael Ramírez y los
extranjeros “Makarenko, Blonski, Pinkevich y Pistrak”. (Meneses,1988: 568)
Continúan las ideas pedagógicas de Dewey en donde la propuesta de la Escuela
Activa se ajusta a las condiciones del campesino mexicano como escuela de la
acción donde se aprendería a explotar la tierra y sentaría las bases para la
industrialización.
El profesor Cupertino de la
Cruz López, originario de Mazapa de Madero, Chiapas, nos describe que por
educación socialista se entendía ayudar a los campesinos a gestionar obras de
carácter social para la comunidad, el luchar por la formación de cooperativas
de consumo, el tramitar ante las autoridades correspondientes el
establecimiento de ejidos, la enseñanza de varios tipos de actividades pues la
educación normal que se recibía comprendía la enseñanza de carpintería,
ebanistería, sastrería, panadería, primeros auxilios, conservación de
alimentos, apicultura, porcicultura, horticultura y otras más.
También por educación
socialista muchos maestros entendieron la lucha que habrían de dirigir contra
los terratenientes y la fundación de ejidos, este es el caso del profesor Noel
López Rico y que en la región cafetalera del Soconusco organizó y participó en
la fundación de siete ejidos con tierras pertenecientes a cafeticultores
alemanes.
Entre otros objetivos esta
educación socialista pretendía:
Integrar a la mujer a la vida nacional
dándole derechos políticos y económicos. La escuela empezó por lograr la
igualdad entre hombres y mujeres, implantando la coeducación, que asustó a
muchos padres.
Extirpar enfermedades y vicios de la sociedad
mexicana. Campaña contra la tuberculosis, parásitos, alcoholismo, juegos de
azar y fanatismos.
Alfabetizar al pueblo.
La lucha anticlerical pasó a segundo plano y
se combate de manera indirecta a través de las orientaciones sociales y los
fundamentos de la ciencia.
En el terreno propiamente
pedagógico el trabajo dentro del aula se organizaba en torno a tres complejos:
la naturaleza, el trabajo y la sociedad. (Lerner, 1989: 89)
Las condiciones internacionales
de la Segunda Guerra Mundial hicieron que la política cambiara de rumbo y a
esta etapa “socialista” le seguirá otra que buscará la confraternidad
internacional y la unidad nacional a través del gobierno de Ávila Camacho.
EL NACIONALISMO
Durante el gobierno de Ávila
Camacho (1940-1946) está presente la Segunda Guerra Mundial que le imprimirá
ciertas características al sexenio y a la educación. El mismo carácter
conciliador del “presidente caballero” hizo que la SEP iniciara un giro que
culminaría con la reestructuración del artículo 3° en donde se suprime el
apartado que decía que “La educación será socialista” y contribuirá a formar en
la conciencia “un concepto exacto y racional del universo y de la vida social”.
Estas supresiones no alteraron el espíritu del artículo 3° que en su versión
actual se origina en el periodo callista-cardenista.
Se consideró que durante la
Segunda Guerra Mundial se hacía necesaria la unidad del mexicano, y el artículo
3° provocaba la división, por lo que sin suprimirlo de momento se irían
introduciendo reformas que prepararían el terreno para su modificación.
Así tenemos que en 1942 la Ley
Orgánica de Educación Pública contempla en alguna de sus partes que la
educación: Fomentará el íntegro desarrollo cultural de los educandos dentro de
la convivencia social, preferentemente en los aspectos físico, intelectual,
moral, estético, cívico, militar, económico, social y de capacitación para el
trabajo útil en beneficio colectivo... excluirá toda enseñanza o propagación de
cualquier credo o doctrina religiosa... contribuirá a desarrollar y consolidar
la unidad nacional excluyendo toda influencia sectaria, política y social,
contraria o extraña al país y afirmando en los educandos el amor patrio y a las
tradiciones nacionales, la convicción democrática y la confraternidad humana”.
(Vázquez, 1979: 227)
Agrega que también tendría como
finalidad contribuir al mantenimiento de la paz, la solidaridad y la amistad
con los países de América. El programa de primaria insistía en borrar las
desigualdades, y formar una nación fuerte.
Durante este gobierno se funda
el Consejo Nacional Técnico de la Educación, la Escuela Normal Superior, La
Escuela Nacional de Especialista, La Escuela Nacional de Bibliotecarios, El
Colegio Nacional, El Instituto Tecnológico de México, el Instituto Tecnológico
de Estudios Superiores de Monterrey, se restablecen la Misiones Culturales y se
reestructura el Instituto Politécnico Nacional.
Cuando se consideró que las
condiciones estaban dadas (1945) fue que se reinició la propaganda con el fin
de preparar psicológicamente a la población para la modificación del artículo
3°. El mismo dirigente socialista manifestó que “se impone con urgencia
modificar aquéllos aspectos equívocos de la redacción del artículo tercero, que
por confusionistas, dan pretexto al ataque reaccionario y a una perpetua
agitación contraria a la unidad nacional”. (Vázquez, 1979:231)
Si bien se le suprimió la parte
que preocupaba a los conservadores, hay que reconocer que el artículo tercero
en su versión actual se origina en 1934.
Los gobiernos que continúan,
sin excepción han contribuido a incrementar la educación. Los sexenios de
Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos se ubican dentro del
“desarrollo estabilizador” en el que el país dio muestras de progreso económico
y social. La sociedad mexicana se va haciendo urbana, el desarrollo industrial se
incrementa con la llegada de capitales extranjeros, se mantiene la estabilidad
social y el peso sostiene su paridad frente al dólar. El país había logrado el
llamado “Milagro Mexicano”.
El Dr. Jaime Torres Bodet,
secretario de educación por segunda ocasión va a realizar una labor
trascendental que hasta el momento hace sentir su influencia.
Con el apoyo del presidente
López Mateos se abocó al problema de dar educación a la niñez mexicana, para lo
cual era necesario construir aulas y preparar maestros. El presidente anunció
que su gobierno afrontaría el problema educativo a través del Plan de Once Años
mediante el cual se comprometía a construir 23,284 nuevas aulas y 51,090 plazas
de profesor. Para lo primero se creó el Comité Administrativo del Programa Federal
de Construcción de Escuelas (CAPFCE) y para lo segundo habilitaría el Instituto
Federal de Capacitación del Magisterio y se habrían los Centros Regionales de
Enseñanza Normal (CREN) (Vázquez, 1979: 236. Meneses, 1988: 465). El otro acto
trascendental, en plena vigencia actualmente, fue el decreto por el que se
creaba la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos declarándose como
obligatorios para la enseñanza primaria.
Esta Comisión la encabezaba el
prestigiado escritor Martín Luis Guzmán, quien desde un principio recibió el
rechazo de los grupos conservadores representados por la Unión Nacional de
Padres de Familia quienes iniciaron una campaña periodística acusando a los
libros de ideologizantes, contrarios a la moral cristiana y hasta de comunistas.
Tiempo después se descubre que en el fondo de todo este rechazo estaban las
compañías editoras que veían el fin de un importante negocio.
COMENTARIO FINAL
Dicho lo anterior, se formula
el siguiente cuestionamiento: ¿Qué encontramos en esta breve revisión histórica
de la educación en México?
En las primeras tres décadas de
vida independiente la educación sirvió de instrumento al grupo en el poder para
formar al futuro ciudadano de acuerdo a los ideales de los gobernantes en
turno. Cada dirigente le imprimió las características que a su juicio creyeron
que era lo mejor y como el país se debatía entre liberales y conservadores la
educación se sometió a estos ires y venires. A pesar de esta inestabilidad hay
algo importante que es necesario resaltar: ambos grupos políticos daban a la
educación la responsabilidad de “sacar” al país del atraso y estado de
ignorancia en que se encontraba.
Ser estudiante en el siglo
pasado era en nuestro país un verdadero privilegio y se pensaba que era
suficiente saber leer y escribir, realizar las operaciones fundamentales,
agregándose conocimientos sobre Catecismo cívico y religioso y una introducción
a la historia patria.
Dichos estudios fueron una
mezcla de ciencia, religión y moral a través de un riguroso método memorístico
pretendiendo siempre el enciclopedismo.
La educación buscó fomentar el
amor a la patria y una conciencia de nacionalidad para contribuir a la defensa
del territorio, como consecuencia de la realidad del momento. Se pretendió
formar un hombre para la vida en libertad.
La educación recibió el impacto
del liberalismo y a partir de Juárez el positivismo, el cual vino a ser la
filosofía de Estado en el Porfiriato. Resulta curioso como Juárez liberal,
adopta para organizar la educación nacional la filosofía positivista bajo la
dirección de Gabino Barreda.
Podemos afirmar que en la época
porfirista la educación superior se distingue por ser elitista y enciclopédica
con tendencia a la perfección en cuanto a la práctica de la profesión.
Es a consecuencia de la Revolución
Mexicana que la educación va a recibir un cambio que se venía sintiendo en la
última década del porfiriato. Ya a principios del presente siglo jóvenes
intelectuales habían fundado el Ateneo como búsqueda de un nuevo cauce por
donde encaminar el pensamiento y romper con el estatismo y frialdad del
positivismo decimonónico.
Es precisamente uno de los
fundadores del Ateneo, José Vasconcelos, quien va a darle vida al nuevo estilo
educativo. Le inyecta un sentido nacionalista, panamericano, humanista inspirado
en el pensamiento grecolatino, cristiano junto con el pasado español e
indígena. Ve en la fusión de estos dos grupos la base para la creación de lo
que según él formaría parte de la Raza Cósmica. Encuentra en el mestizaje
nuestra realidad por la que había que ir al rescate de lo rescatable de nuestro
pasado y, actualizado, aplicarlo a la realidad de ese nuevo México. En este
marco de ideas es que aparece el lema “Por mi raza hablará el espíritu”. No era
necesario buscar en otros países las soluciones a nuestros problemas, había que
recurrir a nuestro pasado en forma inteligente.
El vasconcelismo logró adoptar
una escuela en concordancia con la Revolución Mexicana. Se iniciaba la
reconstrucción de México con una educación revolucionaria que unía el pensar
con el hacer.
Aspecto por demás interesante
es el sexenio cardenista y la educación socialista. Proyecto educativo
implementado por Plutarco Elías Calles, “Jefe Máximo de la Revolución”, quien
organiza una plataforma política con el fin de trazar un Plan Sexenal, el cual
contempla el nuevo giro que se le dará a la educación.
Cárdenas hace suya la
problemática educativa, acepta la versión socialista del artículo 3°, le
imprime su estilo populista y la utiliza como control político de las masas
campesinas.
Según el prestigiado maestro de
aquélla época Don Rafael Ramírez las finalidades de la escuela socialista era
política, económica, social, racionalista y cultural. Afirmaba que la escuela
debería imprimírsele cierta orientación o tendencia para alcanzar los fines
señalados por lo que proponía que fuera tendenciosamente racionalista,
igualitaria, desfanatizante, proletaria progresiva, funcional y activa
“queriendo indicar con esto último que la enseñanza debe arrancar de las
necesidades y conducir a la satisfacción de las mismas y en donde se aprendan
las cosas haciéndolas, para que sean ellos mismos... los agentes de su propia
educación”. (Guevara, 1985: 143)
Explica que la escuela
socialista en Rusia se inspira en los “centros de interés” teniendo como modelo
la siguiente trilogía: naturaleza, trabajo y sociedad. Cree que para las
condiciones de México lo apropiado sería integrar el programa de educación
primaria “por diferentes materias de enseñanza”, dándole un nuevo enfoque en
especial a la historia, la cual deberá fundamentarse en un criterio
materialista que permita al estudiante comprender que los “acontecimientos
históricos obedecen fundamentalmente a causas de orden económico”. (Guevara,
1985: 146)
La Educación Socialista podemos
considerarla como un “experimento” que se sintió especialmente en el campo,
sacudió las conciencias, sirvió de enlace entre pueblo y gobierno facilitando
la implantación de los proyectos oficiales, cometió errores o excesos que
terminaron en enfrentamientos. Lo que más llama la atención es el pretender
establecer una escuela socialista en una sociedad capitalista. Verdadera
contradicción, sobre todo si se acepta que la sociedad hace a la escuela y no a
la inversa.
La presencia del Dr. Jaime
Torres Bodet en la SEP en los sexenios de Ávila Camacho y López Mateos va a
imprimirle un nuevo sello a la educación. En la primera gestión promueve la
modificación del artículo 3° y en términos generales a él se debe la actual
redacción y en el gobierno de López Mateos su obra comprende múltiples
aspectos.
En el terreno pedagógico, según
Álvarez Barret, los fines de la escuela primaria en ese entonces eran 1.-
educación del niño física, moral e intelectual; 2.- mejoramiento de la
comunidad y 3.- transmisión de la herencia cultural. En cuanto a la metodología
señala diferentes formas de enseñanza; a unos los llama métodos lógicos que
propician la búsqueda del conocimiento mediante la investigación; otros, los
didácticos, encargados de la transmisión de conocimientos: analítico, sintético,
inductivo y deductivo. Afirma que la esencia y principal misión de cualquier
método didáctico “es motivar al niño”. (Meneses, 1988: 477) Este didactismo
propició la formación de un maestro de normal enmarcado en una tarea artesanal
y mecanicista según el investigador Carlos Muñoz Izquierdo.
En este periodo se propone el
“método de globalización de la enseñanza”, fundamentado en las peculiaridades
del desarrollo infantil (sincretismo). “Este procedimiento o método de unidad
de pensamiento y acción se llama: métodos de los centros de interés”, lo que
hacía que los programas de 1961 se integrara “por una selección de centros de
interés cuyas divisiones no son materias o asignaturas sino grupos de interés
vitales ligados entre sí”. (Meneses, 1988: 478)
Por último este influyente
pensador critica el “verbalismo” y el afán “libresco”, afirmando que el primero
es problema de todas las épocas y el segundo es un valioso auxiliar que debe
ser utilizado inteligentemente.
En esta breve revisión del
desarrollo educativo del país se distinguen etapas con problemas propios que
afectaron y determinaron los alcances de la educación. Encontramos figuras
destacadas por sus propuestas revolucionarias en cuanto a la educación: José
María Luis Mora, Gabino Barreda, Justo Sierra, José Vasconcelos y Jaime Torres
Bodet, pensadores que no solo caracterizaron una época sino que imprimieron su
sello en la vida de las instituciones y de los mexicanos.
El papel de la sociedad en la educación de un país es de vital
importancia para una educación de excelencia. Es de primera necesidad que los
padres de familia se interesen en la educación de sus hijos,
pero de una forma coordinada con los encargados de impartir el
conocimiento en los
planteles públicos de educación.
Las relaciones entre los padres
de familia y los maestros se han deteriorado de un tiempo a la fecha. Esto puede ser el efecto de
muchas y variadas causas, entre las que podemos destacar la difícil situación
económica en la que vive el país desde hace más de veinticinco años. En esta
época pareciera que los maestros y lo padres de familia estuvieran enfrentados
y que no tuvieran un fin en común. La educación de todo un país. Los padres han
modificado la manera de preocuparse por la educación de sus hijos.
Anteriormente el padre de
familia presionaba a su hijo a estudiar en la casa, se preocupaba por que
cumpliera con sus compromisos escolares e inculcaba respeto por la figura del maestro. Ahora parece lo
contrario. Se preocupan mas por la forma que el maestro cumple con su función que ver a sus hijos realizar la tarea, se
molestan por las cuotas que solicitan los maestros sin darse cuenta que todo
ese dinero se utiliza en beneficio de sus hijos; en
esto claro hay sus excepciones muy lamentables, pero no se puede juzgar a todo
el magisterio por unas cuantas manzanas podridas.
Es necesario que la sociedad retome su verdadero papel,
preocuparse por sus propios hijos en su casa. Educarlos en la verdad y el respeto por sus maestros y no devaluar la imagen de los educadores frente a sus hijos. Es
necesario que padres y maestros luchen unidos por el bien de los niños y, en
consecuencia, del país. El mundo del futuro seria de los pueblos mejor educados
y aun estamos a tiempo de ser parte de ese futuro con un papel
estelar. No se llega a ningún lado jalando la cuerda hacia ambos lados, es
necesario que jalemos todos con el mismo rumbo y de forma coordinada. Es
necesario que se delimite la responsabilidad de la educación.
Los maestros son responsables
en las aulas y los padres son responsables en la casa. En mi opinión, la responsabilidadmayor
es la de los padres, pues son el contacto primario de sus hijos con la
educación. Además, los niños pasan más tiempo en casa que en la escuela.
Los padres deberían preocuparse mas de como gastan el tiempo sus hijos en casa viendo televisión o jugando videojuegos, que de como trata de
educarlos el maestro. Y la responsabilidad del maestro es permanecer
constantemente actualizado para brindar una educación de calidad como requiere el país. Una educación que
fomente el libre pensamiento, el
respeto por las personas y las instituciones, el gusto por la
lectura y el amor por México y todo lo que representa el
país. El maestro tiene la responsabilidad de ser congruente con lo que enseña y
su forma de comportarse, a fin de dar un muy buen ejemplo. En fin, es necesario
que nos pongamos la camiseta del país para poder salir adelante. Uniendo esfuerzos por el
mejor futuro de nuestro futuro: Los niños de México.
Benito Juárez y la importancia de la educación
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2008-03-18 | Hora de creación: 00:00:00 | Ultima modificación: 06:59:24
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Uno de los grandes hombres que trabajó para hacer de México
una nación libre, prospera e independiente fue don Benito Juárez García,
Benemérito de las Américas. Estimado lector, lectora, Juárez siempre defendió
la igualdad, la libertad, la legalidad y la democracia, y por eso hoy debemos
estar orgullosos y festejar el legado que nos dejó: la educación. Benito
Juárez legisló para que la educación de las y los mexicanos fuera gratuita,
obligatoria y laica, y posteriormente fundó la Escuela Nacional Preparatoria,
con el objetivo de eliminar la educación religiosa, para basarla en la
ciencia. El ingreso a dicha escuela era libre, es decir, para
cualquier clase social. Juárez fue el primerpresidente indígena de
nuestro país, ilustre estadista, innovador de los derechos de las mujeres y
preocupado por la educación, al respecto aseguró: “La instrucción es la base
de la prosperidad de un pueblo, a la vez que es el mediomás seguro de hacer
imposibles los abusos del poder”. La importancia de la educación para una
nación libre, democrática e independiente, consiste en que, a través de ella,
todas y todos tenemos una mayor posibilidad de tomar una decisión acertada a
la hora de elegir, ya que se pueden tomar en cuenta más elementos
dentro del análisis, es decir con educación tendremos ciudadanos más libres.
Así, para Juárez, su orfandad, los sufrimientos, las carencias,
la diferencia del idioma y principalmente su origen, lo hicieron un
hombre decidido a luchar por la igualdad de los derechos de todos los
mexicanos, incluyendo el de las mujeres, de quienes afirmó: “Formar a la
mujer con todas las recomendaciones que exige su elevada misión, es formar el
germen de regeneración y mejoramiento social. Por eso deberemos tener
especial cuidado en saber educar a la mujer. Jamás deberemos descuidar este
principio, pues de él depende, en gran parte, con el mejoramiento de nuestro
pueblo, su felicidad”. El programa liberal muestra su sagacidad, su valentía,
su fuerza social, su determinación de avanzar con pasos concretos y seguros.
En sólo un mes se promulgaron las Leyes de Reforma; se nacionalizaron los
bienes del Clero; se consumó la separación de la Iglesia y del Estado, clave en
la formación del Estado moderno y laico; se concedió el registro civil a las actas de
nacimiento, matrimonio y defunción; se secularizan los cementerios y las
fiestas públicas; y lo esencial, se promulgó la libertad de cultos, es decir,
se eliminó el pensamiento feudal y se pusieron las bases del pensamiento
crítico, sin el cual no hay ni puede haber avances en el conocimiento del
mundo natural y social. Juárez no concebía la Reforma como un movimiento
exclusivamente político, sino como el basamento de un sistema de democracia;
para él, el poder tenía el límite de la justicia y no había justicia posible
sin ética. Las leyes eran sagradas, porque expresaban la altura máxima de una
aspiración moral y de paz colectiva. La base del pensamiento juarista es el
concepto de lo ético en la conducta personal del gobernante y en los actos de
los órganos gubernativos. Asimismo, el laicismo de Juárez fue decisivo para
garantizar la posibilidad de la actualización permanente del conocimiento, la
certidumbre de una enseñanza no sujeta a los perjuicios y a la exigencia del
sometimiento a un sólo credo, el respeto del Estado a las formas distintas de
procesar una fe u abstenerse de hacerlo, la discusión libre de científicos y
las libertades artísticas. Hoy, dentro del contexto de una nueva y sana moral
política, el reconocimiento al héroe, al ser humano, al Benemérito de las
Américas, es compromiso imprescindible. Su valentía, su fuerza social y su
determinación de avanzar con pasos concretos y seguros, son una enseñanza
para seguir construyendo la tolerancia, proclamar los derechos del hombre, el
derecho a la educación, las libertades de expresión y de reunión y el derecho
al trabajo. Juárez nos dejó lecciones de honradez, de honorabilidad y de
transparencia en el gobierno. Se empeñó en forjar la democracia
representativa, el carácter laico de las instituciones públicas y la libertad
de credos. Juárez y los liberales de la Reforma construyeron las bases de la
República moderna, ya que cuando se es un hombre excepcional se es un hombre
universal. Han transcurrido 202 años desde que nació don Benito Juárez García
y al escuchar su nombre, los mexicanos y mexicanas lo interpretamos como
honor, dignidad, igualdad, tenacidad, así como respeto y orgullo de ser sus
compatriotas. Gracias, Padre arriolamonica@hotmail.com
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Porfiriiio
días
Con la muerte del Imperio de
Maximiliano y con la retirada de los invasores franceses, se inició un nuevo período en la historia nacional: la
restauración del régimen republicano, el grupo liberal triunfante tenía
conciencia de que la plena realización de los ideales liberales sólo sería
factible en un Estado laico; la educación pública recobraba, de esta manera, el
carácter de una preocupación fundamental. Para cumplir esta meta, las ideas
positivistas introducidas en México por Gabino Barreda adquirieron una gran
importancia. En adelante la educación se basaría en los principios de la
ciencia, inspiradas en la filosofía de Augusto Comte. El Presidente Juárez
confirió a Barreda la responsabilidad de elaborar un programa educativo.
El positivismo se convirtió en
el fundamento indispensable para orientar la educación hacia el progreso, sólo
así, se pensaba, se cumpliría el ideal liberal de libertad científica. En
diciembre de 1867 el gobierno de Juárez expidió la Ley de Instrucción Pública,
en la que se reglamenta el carácter gratuito y obligatorio de la enseñanza
elemental, con base en la cual se funda la Escuela Nacional Preparatoria como
la institución más representativa de la nueva orientación de
la educación.
No obstante que la ley que
decretó la creación de la Escuela Nacional, sirvió de base para la creación de
instituciones similares en las entidades federativas bajo el nombre de Colegios
Civiles; estos Colegios siguieron la misma orientación positivista de la
Escuela Nacional Preparatoria; por consiguiente, los principios rectores de la
instrucción en México partirían en oposición al dogma, de la observación y la
experiencia.
Gabino Barreda consideraba que
la educación debía mostrar la verdad en todos los aspectos, para formar la
conducta, logró preferentemente en la Escuela Nacional Preparatoria donde se
enseñaba a los alumnos a observar, experimentar,
razonar sin recurrir a la teología o a la metafísica, tenía el propósito
fundamental de formar la burguesía mexicana (puntual del posterior Porfiriato)
que se constituyó de individuos cuyos conocimientos e ideologías los hacía de
hecho los más viables conductores de la economía del Estado. En las escuelas
del Porfiriato, la variable fundamental para el cumplimiento de los programas constituía
el Maestro.
De acuerdo a los propósitos de
los políticos porfirianos, la inspección y la capacitación de los docentes
constituía la garantía del programa.
En el período de referencia, la
creación de escuelas normales fue producto de los Congresos de Instrucción de
1890, históricamente la Escuela Normal de Profesores resultó de la conversión
de una preparatoria para mujeres que funcionaba en la capital; en esta misma
ciudad en 1887 el Gobierno Federal inauguró la Escuela Nacional de Profesores.
En la fundación de estas instituciones y de la mayoría del interior de la
República, fue clara la influencia del modelo de escuela normalista
norteamericana; tan fue así que los programas de las escuelas normales eran
revisados frecuentemente para mantenerlos al día con la pedagogía del momento
en Europa y Estados Unidos y para estudiar con mayor detalle los aspectos
prácticos de la enseñanza en sí misma. durante el período de fundación de
escuelas normales que abarcó las dos últimas décadas del siglo de referencia,
varios gobiernos estatales enviarían a maestros mexicanos a perfeccionarse a
escuelas normales norteamericanas. Hacia el final del Porfiriato, algunas
escuelas normales contribuyeron en la tarea de crítica hacia la dictadura.
La Educación Preparatoria: la
preparatoria constituyó la institución ejemplar del Porfiriato que procuró su
establecimiento en todos los Estados, las preparatorias al igual que los liceos
mejoraron sus contenidos y sus instrumentaciones didácticas fundadas en las
ciencias físicas y naturales.
La Educación Normal: en el
proceso de la fundación de las escuelas se observó la influencia de las
instituciones normalistas norteamericanas, tanto en su curriculum como en su
administración, todo ello en razón de que los pedagogos mexicanos recibieron
importante formación en aquel país.
El programa del desarrollo de
las facultades que se trató de implantar en México, tropezó además de la
insuficiencia de los presupuestos educativos de algunos Estados, con una
realidad de tres siglos de lastre colonial y con una lealtad de las masas hacia
la Iglesia, que se trató de transformar en lealtad hacia el Estado.
La situación de los Maestros:
durante el Porfiriato, los maestros ocupaban una posición muy contradictoria al
interior de la estructura social; en tanto crecía la demanda de maestros, sus
condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos,
los maestros que trabajaban para el gobierno federal percibían mensualmente 50
pesos en tanto que los municipales ganaban la mitad. Los maestros que percibían
los más altos salarios, residían por lo general en las ciudades más grandes, en
contraste con los maestros rurales, cuyas bajas percepciones se justificaban
por el bajo costo de la vida en las comunidades rurales. Por norma, podría
aceptarse que los bajos salarios se debían a las dificultades de los
presupuestos nacional y regional, además de que todavía la educación pública y
la enseñanza no era aceptada como válida por la sociedad. Realmente en la
práctica lo que se pretendió al final del Porfiriato, y por muy sobradas
razones, muchos maestros eran agudos críticos del régimen y de sus ideólogos,
empleando las mismas aulas para difundir los problemas de los opositores al
Porfiriato.
La destitución y el exilio a
París de Porfirio Díaz se logran en 1911. La nueva preocupación política era
conformar un gobierno republicano y democrático capaz de satisfacer las
demandas populares. La situación del sistema educativo nacional reflejaba el
ambiente que reinaba en el país. El nivel superior era el más abandonado a
pesar de las pequeñas decisiones que tomaban las autoridades docentes y
gubernamentales para encauzar la enseñanza propuesta por Justo sierra a fines
del Porfiriato, principalmente la fundación de la Universidad Nacional de México.
Con la llegada de Díaz al
poder, se vislumbra un avance económico en el país, sin embargo ese avance
económico solo se procuro a las minorías en el poder, nuevamente la educación
giro en torno a la situación por la que el país atravesaba, dejando entrever
que el grueso de la población eran gente humilde y de escasos recursos, que
habían quedado en la miseria después de la lucha de independencia. Díaz se
preocupo por incrementar los ingresos económicos y favoreció la educación, pero
la educación de los jóvenes nobles, provenientes de familias con cierto poder
económico, una vez más la educación entro a un estancamiento. Dentro de todo
este caos la educación fue tomada nuevamente por los clérigos, que se
convirtieron en cómplices silenciosos de la clase en el poder.
La educación impartida por el
estado se vio minimizada por las raquíticas aportaciones que se recibían. La
miseria en la que una vez más se sumió el país, hizo que los jóvenes que
estudiaban en este tipo de escuelas las abandonaran para dedicarse a las
actividades productivas a que eran sometidos para ayudar a su familia a
sobrevivir, con esto el analfabetismo crecía constantemente hundiendo a los más
necesitados y con más carencias: los campesinos e indígenas que servían a un
terrateniente (recordemos que en Europa los terratenientes desaparecieron con
el fin y caída del feudalismo). Por otra parte la Universidad Nacional de
México trató de buscar estrategias para favorecer el acceso a la educación
acción que no brindó frutos favorables.
Con la salida de Porfirio Díaz,
del país, quedo un país débil, golpeado en muchos aspectos de su vida social,
cultural y políticamente hablando. La educación carecía de una estructura
firme, así es que debería de reiniciarse una búsqueda de estrategias que replantearan
la enseñanza elemental, la educación artística o de artes se canalizó a través
de los museos; mientras que la Universidad se dedicaba a los estudios
profesionales. El país en ese momento tenía una preocupación más primordial que
atender antes que el de la educación, la reorganización de un país que fue
golpeado desde sus cimientos que es la estructura social y su organización
económica[2].
[2] Robles Martha. EDUCACIÓN Y
SOCIEDAD EN LA HISTORIA DE MÉXICO. En publimex 15ª edición
Educación en la época del
Porfiriato
González Avelar, para 1988 aproximadamente 40%
de las delegaciones se encontraban en manos del personal del sindicato.El carácter inconcluso se debió principalmente a que no fueron afectadosalgunos
aspectos sustantivos de la relación entre la SEP, su personal y
elsindicato. Sin embargo, la desconcentración afectó varios aspectos de larelación entre la SEP, el SNTE y
el personal de la Secretaría. Federalización El proyecto de descentralización radical de la educación básica y normal
de Miguel de la Madrid, fue retomado por
el gobierno del presidente CarlosSalinas, en los primeros tres años del sexenio se dieron algunos de losprimeros pasos preparatorios y propiciatorios
de la descentralización. Entre éstos sobresale la definición de los programas estatales
de modernización educativa, redactados conjuntamente por las
autoridades educativas federales y estatales en cada uno de los estados.
En 1989 debido al conflicto magisterial que culminó con la caída de
Vanguardia Revolucionaria y el arribo de un nuevo grupo a la dirección nacional del SNTE,el cual decía estar a favor del proyecto de modernización educativa delpresidente y al mismo tiempo impugnaba el Programa Nacional para laModernización Educativa.Finalmente
la descentralización educativa se consumó el 18 de mayo de 1992.Ese día la SEP,
el SNTE y los gobernadores de los estados firmaron el Acuerdo Nacional para
la Modernización de la Educación Básica y Normal (ANMEBN).Una de las tres líneas estratégicas del ANMEBN fue
“la reorganización del sistema
educativo”, que comprendió la transferencia de la dirección de los establecimientos
educativos del gobierno federal a los de los estados con los cuales la SEP había venido prestando los servicios
de educación preescolar,primaria, secundaria y para la formación de maestros, en cada entidadfederativa.Para
asumir sus responsabilidades, veintiséis estados crearon sus respectivos
organismos estatales descentralizados, que se hicieron cargo del personal, los
bienes inmuebles y las funciones transferidas por el gobierno federal. Los
cinco estados restantes absorbieron
directamente las oficinas que la SEP tenía encada uno de ellos para el control técnico y administrativo del personal
de educación básica y normal. Con la promulgación de una nueva Ley
General de Educación y la reforma del Art.
3° la federalización educativa se reforzó, a la vez que adquirió una base jurídica
más sólida que la derivada de la firma del ANMEBN y de los conveniosde federalización con los gobiernos de los estados. De ese modo lafederalización
educativa se afirmaba en sus dos principales frentes: en el de la descentralización,
quedaba la prestación directa de los servicios de educación básica y normal
como una facultad exclusiva de los estados y los municipios; y
En el de la integración, el gobierno federal consolidaba sus facultadesesclusivas en los aspectos normativos
del sistema educativo nacional. Agenda Ya se sentaron las bases
constitucionales y legislativas para alcanzar un mejor equilibrio en
la distribución de la responsabilidad educativa. Esta redistribución
de responsabilidades traerá consigo una serie de transformaciones benéficas
para el sistema educativo nacional. Las tareas pendientes implican
problemas técnicos, administrativos y jurídicos; además, la negociación habrá de realizarse en territorio minado: la
nueva relación del SNTE con la SEP y
los gobiernos de los estados. Descentralización centralizadora
Cuando se abordan las resistencias políticas a la descentralización se detacan
las que provienen de los actores centralizados, como la burocracia central
de laSEP y el Comité Nacional y comités de
las secciones federales y únicas delSNTE.Entre los actores que ya
estaban descentralizados sobresalen los maestros y directivos de educación
básica y normal dependientes de los gobiernos de losestados, así como las secciones estatales del SNTE y los sindicatos demaestros
estatales que nada tenían que ver con el primero.Algunas de las razones por las cuales los maestros, los representantessindicales y las autoridades educativas de los
estados, podrían oponerse al proceso de federalización son:• Temor
a la contaminación ideológica.• Temor a
la unificación de dos mercados de trabajo y de dos pirámides profesionales.•
Rechazo a la centralización de los servicios estatales. Integración
de un sistema heterogéneo El sistema de formación de maestros,
desde su origen ha seguido un desarrollo
distinto al de educación primaria, así que cuando se pretende reorganizar elsistema, nos encontramos con un sistema de educación primaria muycentralizado
y homogéneo, en cambio el de educación normal descentralizado heterogéneo. Con la firma del ANMEBN en mayo de 1992, se
consumó la transferencia detodos los programas federales de formación de maestros a la jurisdicciónestatal, con excepción de los establecidos en el Distrito Federal, bajo ladependencia
de la Secretaría de Educación; por su parte, los gobiernos de losestados se comprometieron a integrar, en sus respectivas jurisdicciones,subsistemas de formación de maestros integrados con las instituciones yprogramas
que se dedican a la formación inicial, actualización, capacitación ysuperación
del magisterio.
La tarea de integración de un sistema nacional de
los sistemas estatales deformación y actualización de maestros se puede vislumbrar más compleja
quela integración del sistema nacional de educación básica, por la nueva realidadplanteada
por la transferencia de los servicios federales a los gobiernos de losestados.El
Proyecto de Modernización Educativa planteaba que los planes de estudioserían
revisados y adecuados a las necesidades actuales para lograr un mejorequilibrio entre el medio rural y el urbano. Y
anunciaba que los cursos
deactualización serían descentralizados y se integrarían a los de educaciónnormal, llevándolos también a los grupos de
maestros que hasta ahora sehabían quedado al margen de los mismos, sobre
todo en las zonas rurales.Consideraciones finalesLa federalización descentralizadora deberá afrontar: el aislamiento, lamarginalidad, la miseria y la escasez de recursos financieros; además dealgunos
retos políticos como los intereses políticos, sindicales y burocráticoscreados
en torno de un sistema centralizado.La nueva organización federalizada al igual que la centralización de ayer,ratificó
los compromisos del gobierno federal con las regiones y grupos menosatendidos por el sistema educativo nacional. Otro argumento de lafederalización centralizadora fue
liberar la educación y al magisterio de lavariante
política municipal. En términos generales, los servicios educativos y elmagisterio se han liberado de las contingencias
políticas externas al se
La Educación en el Porfiriato
Educación
Las influencias
educativas del momento fueron Pestalozzi, Fröebel y Herbart, entre otros pedagogos, quienes
fueron conocidos por Carrillo. Pestalozzi conceptualizó a la educación con un
enfoque netamente social: El objeto de la educación es preparar a los hombres
para lo que deben ser en sociedad (Cit. por Larroyo, 1977, p. 495). La
educación es el desarrollo y la formación de las fuerzas y aptitudes humanas, a
la que llamó el pedagogo suizo, educación elemental. Larroyo resumió la definición
de educación elemental como:
... el desenvolvimiento natural, espontáneo y armónico de las disposiciones humanas más originarias y esenciales: capacidades que se revelan en la triple actividad de la cabeza, el corazón y las manos, es decir, en la vida intelectual, moral y artística o técnica. (Larroyo, 1977, p. 497).
La concepción de educación de Carrillo estaba muy emparentada con la que plantea el educador suizo, además, en la cita que sigue, se plantea el deslinde entre lo que se concibió como educación y como instrucción, lo que fue uno de los puntos del debate de los educadores mexicanos de fin de siglo XIX en el proceso de construcción de la pedagogía mexicana.
En una concepción básica descansa la labor del maestro: El aprendizaje tiene un fin inmediato y evidente —la instrucción o información— y otro no tan visible pero no por eso menos real —el desarrollo de las capacidades del niño— llámense manos, inteligencia o memoria. A este desarrollo se le llama educación, y constituye el objetivo grande y noble de toda escuela así como de la propia humanidad en su ascenso constante hacia el progreso. (Carrillo cit.por Meneses, 1983, p. 478).
... el desenvolvimiento natural, espontáneo y armónico de las disposiciones humanas más originarias y esenciales: capacidades que se revelan en la triple actividad de la cabeza, el corazón y las manos, es decir, en la vida intelectual, moral y artística o técnica. (Larroyo, 1977, p. 497).
La concepción de educación de Carrillo estaba muy emparentada con la que plantea el educador suizo, además, en la cita que sigue, se plantea el deslinde entre lo que se concibió como educación y como instrucción, lo que fue uno de los puntos del debate de los educadores mexicanos de fin de siglo XIX en el proceso de construcción de la pedagogía mexicana.
En una concepción básica descansa la labor del maestro: El aprendizaje tiene un fin inmediato y evidente —la instrucción o información— y otro no tan visible pero no por eso menos real —el desarrollo de las capacidades del niño— llámense manos, inteligencia o memoria. A este desarrollo se le llama educación, y constituye el objetivo grande y noble de toda escuela así como de la propia humanidad en su ascenso constante hacia el progreso. (Carrillo cit.por Meneses, 1983, p. 478).
POLITICA EDUCATIVA DEL PORFIRIATO
• De esta manera, en
1867 se promulgó la Ley Orgánica de Instrucción Pública. En ella se establecía
la educación primaria gratuita y obligatoria, se excluía del plan de estudios
toda enseñanza religiosa y contenía disposiciones para la educación secundaria,
entre las cuales destacaba la creación, bajo los principios del positivismo, de
la Escuela de Estudios Preparatorios, la cual habría de sentar las bases de la
educación profesional. La ley sólo regía al Distrito Federal y a los
territorios federales, pero ejerció influencia sobre las leyes estatales.
• En 1881, una de las políticas educativas fue la apertura de escuelas normales para instruir a los maestros y, a partir de ahí, expandir una educación primaria moderna, basada en una historia de México desde el punto de vista liberal que chocaba con la realidad política vivida. La educación preparatoria se fortaleció con la Escuela Nacional Preparatoria y 33 escuelas en los estados. Se crearon sociedades científicas y literarias que se encargaron de la nueva educación superior.
• Durante el porfiriato, Joaquín Baranda, Ministro de Justicia e Instrucción, convocó a dos congresos en los que se reunieron pedagogos, maestros, intelectuales y autoridades. Los resultados de estos congresos contribuyeron a definir un nuevo proyecto gubernamental de educación pública, que se consolidó con la promulgación de la Ley de Instrucción Obligatoria de 1888.
• En 1905 se creó la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, encabezada por Justo Sierra, y en 1910 empezó a funcionar la Universidad Nacional de México (cuyo titular fue también Justo Sierra), reuniendo a algunas escuelas que operaban desde 1894. En el campo, las pocas escuelas que funcionaban estaban en los pueblos y las haciendas que trabajaban en condiciones muy primitivas; por desgracia no tuvieron mayor impacto en la población. La Iglesia, por su parte, no expandió su labor educativa, sólo contaba con el 4% de los planteles existentes para 1910.
• Al final de este periodo, con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, se otorgó por primera vez rango constitucional al derecho que todo ciudadano mexicano tiene para recibir una educación laica, obligatoria y gratuita. Asimismo, se otorgaron mayores facultades educativas al Estado para coordinar y vigilar el funcionamiento de escuelas públicas y privadas.
• La creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en septiembre de 1921, se logró equilibrar un poco la desigual atención que estados y municipios brindaban a los servicios de educación. José Vasconcelos, el primer titular de esta institución
• por decreto oficial de la SEP se creó en 1925 la escuela secundaria como una nueva institución educativa al servicio de la adolescencia. Este hecho generó dos cambios importantes en el sistema educativo. Por un lado, hubo un cambio en la secuencia de estudios. Por otro lado, la confrontación del gobierno con la universidad fue un elemento central para que en 1929 la universidad obtuviera su autonomía.
• Lázaro Cárdenas en 1934 con la modificación del artículo tercero constitucional, mediante la cual, por primera vez en el texto constitucional, se estableció oficialmente una política de estado para dar un carácter socialista a la educación y obligar a las escuelas privadas a seguir los programas oficiales
• Entre 1936 y 1940 se crearon internados, comedores y becas, se impulsó la creación de escuelas vinculadas a centros de producción y se alentó la educación técnica.
• En 1881, una de las políticas educativas fue la apertura de escuelas normales para instruir a los maestros y, a partir de ahí, expandir una educación primaria moderna, basada en una historia de México desde el punto de vista liberal que chocaba con la realidad política vivida. La educación preparatoria se fortaleció con la Escuela Nacional Preparatoria y 33 escuelas en los estados. Se crearon sociedades científicas y literarias que se encargaron de la nueva educación superior.
• Durante el porfiriato, Joaquín Baranda, Ministro de Justicia e Instrucción, convocó a dos congresos en los que se reunieron pedagogos, maestros, intelectuales y autoridades. Los resultados de estos congresos contribuyeron a definir un nuevo proyecto gubernamental de educación pública, que se consolidó con la promulgación de la Ley de Instrucción Obligatoria de 1888.
• En 1905 se creó la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, encabezada por Justo Sierra, y en 1910 empezó a funcionar la Universidad Nacional de México (cuyo titular fue también Justo Sierra), reuniendo a algunas escuelas que operaban desde 1894. En el campo, las pocas escuelas que funcionaban estaban en los pueblos y las haciendas que trabajaban en condiciones muy primitivas; por desgracia no tuvieron mayor impacto en la población. La Iglesia, por su parte, no expandió su labor educativa, sólo contaba con el 4% de los planteles existentes para 1910.
• Al final de este periodo, con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, se otorgó por primera vez rango constitucional al derecho que todo ciudadano mexicano tiene para recibir una educación laica, obligatoria y gratuita. Asimismo, se otorgaron mayores facultades educativas al Estado para coordinar y vigilar el funcionamiento de escuelas públicas y privadas.
• La creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en septiembre de 1921, se logró equilibrar un poco la desigual atención que estados y municipios brindaban a los servicios de educación. José Vasconcelos, el primer titular de esta institución
• por decreto oficial de la SEP se creó en 1925 la escuela secundaria como una nueva institución educativa al servicio de la adolescencia. Este hecho generó dos cambios importantes en el sistema educativo. Por un lado, hubo un cambio en la secuencia de estudios. Por otro lado, la confrontación del gobierno con la universidad fue un elemento central para que en 1929 la universidad obtuviera su autonomía.
• Lázaro Cárdenas en 1934 con la modificación del artículo tercero constitucional, mediante la cual, por primera vez en el texto constitucional, se estableció oficialmente una política de estado para dar un carácter socialista a la educación y obligar a las escuelas privadas a seguir los programas oficiales
• Entre 1936 y 1940 se crearon internados, comedores y becas, se impulsó la creación de escuelas vinculadas a centros de producción y se alentó la educación técnica.
Obra pedagógica de Carlos A. Carrillo
Carlos A. Carrillo, después de optar por la profesión de maestro, se empapó de la cultura pedagógica de su tiempo, pero aún quiso ir más allá al suscribirse a los principales periódicos educativos de Alemania, Francia, Suiza, Estados Unidos e Italia, pues tenía facilidad para el aprendizaje de las lenguas ya que conocía el inglés, el francés, el alemán, el italiano, el portugués y el ruso. Toda esta serie de conocimientos actualizados sobre educación los puso al servicio del magisterio mexicano de su tiempo en las publicaciones periódicas que dirigió: El Instructor y La Reforma de la Escuela Elemental. Por eso Torres y Delgadillo —alumnos y seguidores del pedagogo veracruzano— comentaron:
Comprendió desde entonces la ingente necesidad de combatir a toda costa por la reforma escolar, procurando dar unidad y homogeneidad a las diversas ideas que comenzaban a aparecer, y popularizando los modernos libros sobre la materia, traduciendo y editando aquellos que por el idioma en que estaban escritos o por su elevado precio sólo podían ser patrimonio de unos cuantos maestros. Predicar la buena nueva, iniciar el rápido progreso de la patria por medio de la enseñanza moderna, he aquí su ambición, su ilusión; y para llevarla a cabo, él se sintió apóstolungido.(1964,p.31)
La reforma escolar que se menciona correspondió a la década de los ochenta del siglo XIX; este período se caracterizó por la realización de tres congresos, todos ellos celebrados en la capital de la República. El primero, en 1882, fue el Congreso Higiénico Pedagógico, cuyas resoluciones generales se inclinaban al aspecto de la salud física del niño más que al intelectual o moral. El Primer Congreso de Instrucción en 1889 tuvo como conclusiones generales la uniformidad de la educación elemental (centralización) que además sería obligatoria, gratuita y laica. El Segundo Congreso de Instrucción de 1890 tiene como obra más importante la organización de la educación preparatoria bajo la adopción del método científico de carácter positivista. Dichos congresos dieron la pauta para generar lo que se conoce como el origen de la pedagogía mexicana.
Educación
Las influencias educativas del momento fueron Pestalozzi, Fröebel y Herbart, entre otros pedagogos, quienes fueron conocidos por Carrillo. Pestalozzi conceptualizó a la educación con un enfoque netamente social: El objeto de la educación es preparar a los hombres para lo que deben ser en sociedad (Cit. por Larroyo, 1977, p. 495). La educación es el desarrollo y la formación de las fuerzas y aptitudes humanas, a la que llamó el pedagogo suizo, educación elemental. Larroyo resumió la definición de educación elemental como:
... el desenvolvimiento natural, espontáneo y armónico de las disposiciones humanas más originarias y esenciales: capacidades que se revelan en la triple actividad de la cabeza, el corazón y las manos, es decir, en la vida intelectual, moral y artística o técnica. (Larroyo, 1977, p. 497).
La concepción de educación de Carrillo estaba muy emparentada con la que plantea el educador suizo, además, en la cita que sigue, se plantea el deslinde entre lo que se concibió como educación y como instrucción, lo que fue uno de los puntos del debate de los educadores mexicanos de fin de siglo XIX en el proceso de construcción de la pedagogía mexicana.
En una concepción básica descansa la labor del maestro: El aprendizaje tiene un fin inmediato y evidente —la instrucción o información— y otro no tan visible pero no por eso menos real —el desarrollo de las capacidades del niño— llámense manos, inteligencia o memoria. A este desarrollo se le llama educación, y constituye el objetivo grande y noble de toda escuela así como de la propia humanidad en su ascenso constante hacia el progreso. (Carrillo cit.por Meneses, 1983, p. 478).
Docencia
Carrillo consideró que la educación pública no mejoraría en calidad mientras México no tuviera mejores maestros; el secreto, pues, estaba en la enseñanza, en el maestro. Torres y Delgadillo dicen:
Para enseñar al niño la naturaleza, es preciso que él conozca el universo todo, siquiera sea en sus leyes fundamentales; para elevar gradualmente el intelecto debe conocer su funcionamiento y desarrollo; para domeñar su voluntad y dirigir su carácter, el maestro debe ser ejemplo vivo y palpitante que atraiga al alumno con imán irresistible de su bondad, su palabra llena de caricias y una dulce energía. (1964, p. 29).
Las publicaciones que dirigió fueron un medio para polemizar en defensa de los maestros competentes y bien instruidos, al mismo tiempo increpaba a las autoridades a mejorar los sueldos de los profesores. En su defensa de la educación elemental llegó al grado de pedir que dejaran de sostenerse los planteles de enseñanza secundaria con los fondos del gobierno y que se invirtieran en aumentar y mejorar las escuelas elementales, así como que los maestros disfrutaran de consideraciones y se les pagara mejor su trabajo.
Pestalozzi nos habla, en Cómo Gertrudis enseña a sus hijos, del método de enseñanza que se dirige a la naturaleza humana considerándola como una unidad, como un todo, que comprende todas las facultades y aptitudes:
Trato de psicologizar la instrucción humana; intento ponerla de acuerdo con la naturaleza de mi espíritu, con la de mi situación y mis circunstancias. No parto para ella de ninguna forma positiva de enseñanza como tal, sino que simplemente me pregunto: ¿Qué harías tú si quisieras suministrar a un solo niño el contenido total de aquellos conocimientos y destrezas que necesita para alcanzar el contento íntimo de sí mismo mediante una buena dirección de sus disposiciones esenciales? (Pestalozzi citado por Larroyo, 1977, 497).
Carrillo decía que el maestro jamás debe sujetarse en sus lecciones a un cartabón, que marcan los preceptistas, sino que debería ser un artista o un artesano —diría Santoni Rugiu— cuyos saberes y prácticas estuvieran en la mejor disposición de compartirlos con sus alumnos en una relación dialógica, placentera y creativa; éste fue el famoso aprender haciendo de Dewey. Regresando a Carrillo, él lo planteó de la siguiente manera:
Lo que hago es, en primer lugar, estudiar todos los días el programa de las materias de cada uno de los grados de la escuela, para saber qué cosas y fenómenos deberé hablar en mis lecciones de tal o cual semana; en seguida estudio bien el tema de la clase, y cuando no me queda ya duda ninguna, entonces me pongo a considerarlo, no como hombre, sino como niño, como ignorante, y me pregunto: ¿Qué le gustará más a los niños de esta cosa? ¿Qué será más fácil para ellos, esto o esto otro? ¿Cómo explicaría un niño este asunto, si lo supiera? Esto es: pienso mucho, mucho en los niños... (1964, p. 47).
Los principios de la enseñanza armónica de Johonnot, un educador norteamericano, Carrillo los hizo suyos y los expuso en la publicación periódica dirigida por él mismo, La Reforma de la Escuela Elemental. El primer principio fue que en la instrucción primaria se debería proceder de lo conocido a lo desconocido, nuestro autor lo explicó al magisterio mexicano de la siguiente forma:
Lo que Johonnot inculca, es que aquellos primeros conocimientos del niño han de servir al maestro de punto de partida para la enseñanza de los nuevos; que se ha de apoyar en ellos, exactamente como al subir la escalera, cada peldaño es el punto de apoyo que nos permite llegar al peldaño superior, de tal manera, que sin el auxilio del primero, no podríamos subir al segundo. Me valdré de algunos ejemplos para darme a entender mejor. (1964, p. 391)
Lo que se conoce actualmente como conocimientos previos, información no visual, conocimiento del mundo, es el supuesto previo del cual debe partir la enseñanza para construir los nuevos conocimientos conjuntamente con los alumnos. Incluso la metáfora que utilizó, tiene un cierto parecido con el término andamiaje concebido por Bruner. Otro principio fue que en la instrucción primaria se debe presentar lo concreto, aquí nuestro autor hace una crítica a la enseñanza tradicional, que en el caso de la aritmética, primero aprendían las reglas (lo abstracto) y después la operación (lo concreto). La pedagogía moderna enseñó el conocimiento de los objetos por medio de la intuición, es decir pertenecen al mundo concreto, que es el elemento propio de la infancia.
La intuición es un concepto usado por Pestalozzi, aunque no fue exclusivo de él puesto que ya otros pensadores de la edad moderna lo habían mencionado. Sin embargo, Pestalozzi amplió el significado, especificando la intuición exterior, o sea la impresión de las cosas, y la intuición interior, que es la atribución de valor a las impresiones o sentimientos relativos. De hecho, la intuición significa la observación directa y experimentación con las cosas, los modelos, las estampas, etcétera.
Una de las ideas más originales de Carrillo consistió en estimar el aprovechamiento del niño en los exámenes no preguntándole lo que ya sabía, lo que sólo acreditaría una buena memoria, sino planteándole nuevos problemas para averiguar su capacidad de formación. Aún más, Carrillo propuso que los exámenes deberían desaparecer por completo de la escuela tal como se aplicaban en su época, sin embargo, dijo más adelante que ésta es una medida muy radical por lo que expone
...tomar en cuenta para señalar las calificaciones, no sólo el éxito del examen, sino también de la manera cómo se han llevado sus lecciones durante todo el año, dando a este segundo momento una preponderancia cada vez mayor sobre el primero. (1964, p. 317).
Carlos A. Carrillo, después de optar por la profesión de maestro, se empapó de la cultura pedagógica de su tiempo, pero aún quiso ir más allá al suscribirse a los principales periódicos educativos de Alemania, Francia, Suiza, Estados Unidos e Italia, pues tenía facilidad para el aprendizaje de las lenguas ya que conocía el inglés, el francés, el alemán, el italiano, el portugués y el ruso. Toda esta serie de conocimientos actualizados sobre educación los puso al servicio del magisterio mexicano de su tiempo en las publicaciones periódicas que dirigió: El Instructor y La Reforma de la Escuela Elemental. Por eso Torres y Delgadillo —alumnos y seguidores del pedagogo veracruzano— comentaron:
Comprendió desde entonces la ingente necesidad de combatir a toda costa por la reforma escolar, procurando dar unidad y homogeneidad a las diversas ideas que comenzaban a aparecer, y popularizando los modernos libros sobre la materia, traduciendo y editando aquellos que por el idioma en que estaban escritos o por su elevado precio sólo podían ser patrimonio de unos cuantos maestros. Predicar la buena nueva, iniciar el rápido progreso de la patria por medio de la enseñanza moderna, he aquí su ambición, su ilusión; y para llevarla a cabo, él se sintió apóstolungido.(1964,p.31)
La reforma escolar que se menciona correspondió a la década de los ochenta del siglo XIX; este período se caracterizó por la realización de tres congresos, todos ellos celebrados en la capital de la República. El primero, en 1882, fue el Congreso Higiénico Pedagógico, cuyas resoluciones generales se inclinaban al aspecto de la salud física del niño más que al intelectual o moral. El Primer Congreso de Instrucción en 1889 tuvo como conclusiones generales la uniformidad de la educación elemental (centralización) que además sería obligatoria, gratuita y laica. El Segundo Congreso de Instrucción de 1890 tiene como obra más importante la organización de la educación preparatoria bajo la adopción del método científico de carácter positivista. Dichos congresos dieron la pauta para generar lo que se conoce como el origen de la pedagogía mexicana.
Educación
Las influencias educativas del momento fueron Pestalozzi, Fröebel y Herbart, entre otros pedagogos, quienes fueron conocidos por Carrillo. Pestalozzi conceptualizó a la educación con un enfoque netamente social: El objeto de la educación es preparar a los hombres para lo que deben ser en sociedad (Cit. por Larroyo, 1977, p. 495). La educación es el desarrollo y la formación de las fuerzas y aptitudes humanas, a la que llamó el pedagogo suizo, educación elemental. Larroyo resumió la definición de educación elemental como:
... el desenvolvimiento natural, espontáneo y armónico de las disposiciones humanas más originarias y esenciales: capacidades que se revelan en la triple actividad de la cabeza, el corazón y las manos, es decir, en la vida intelectual, moral y artística o técnica. (Larroyo, 1977, p. 497).
La concepción de educación de Carrillo estaba muy emparentada con la que plantea el educador suizo, además, en la cita que sigue, se plantea el deslinde entre lo que se concibió como educación y como instrucción, lo que fue uno de los puntos del debate de los educadores mexicanos de fin de siglo XIX en el proceso de construcción de la pedagogía mexicana.
En una concepción básica descansa la labor del maestro: El aprendizaje tiene un fin inmediato y evidente —la instrucción o información— y otro no tan visible pero no por eso menos real —el desarrollo de las capacidades del niño— llámense manos, inteligencia o memoria. A este desarrollo se le llama educación, y constituye el objetivo grande y noble de toda escuela así como de la propia humanidad en su ascenso constante hacia el progreso. (Carrillo cit.por Meneses, 1983, p. 478).
Docencia
Carrillo consideró que la educación pública no mejoraría en calidad mientras México no tuviera mejores maestros; el secreto, pues, estaba en la enseñanza, en el maestro. Torres y Delgadillo dicen:
Para enseñar al niño la naturaleza, es preciso que él conozca el universo todo, siquiera sea en sus leyes fundamentales; para elevar gradualmente el intelecto debe conocer su funcionamiento y desarrollo; para domeñar su voluntad y dirigir su carácter, el maestro debe ser ejemplo vivo y palpitante que atraiga al alumno con imán irresistible de su bondad, su palabra llena de caricias y una dulce energía. (1964, p. 29).
Las publicaciones que dirigió fueron un medio para polemizar en defensa de los maestros competentes y bien instruidos, al mismo tiempo increpaba a las autoridades a mejorar los sueldos de los profesores. En su defensa de la educación elemental llegó al grado de pedir que dejaran de sostenerse los planteles de enseñanza secundaria con los fondos del gobierno y que se invirtieran en aumentar y mejorar las escuelas elementales, así como que los maestros disfrutaran de consideraciones y se les pagara mejor su trabajo.
Pestalozzi nos habla, en Cómo Gertrudis enseña a sus hijos, del método de enseñanza que se dirige a la naturaleza humana considerándola como una unidad, como un todo, que comprende todas las facultades y aptitudes:
Trato de psicologizar la instrucción humana; intento ponerla de acuerdo con la naturaleza de mi espíritu, con la de mi situación y mis circunstancias. No parto para ella de ninguna forma positiva de enseñanza como tal, sino que simplemente me pregunto: ¿Qué harías tú si quisieras suministrar a un solo niño el contenido total de aquellos conocimientos y destrezas que necesita para alcanzar el contento íntimo de sí mismo mediante una buena dirección de sus disposiciones esenciales? (Pestalozzi citado por Larroyo, 1977, 497).
Carrillo decía que el maestro jamás debe sujetarse en sus lecciones a un cartabón, que marcan los preceptistas, sino que debería ser un artista o un artesano —diría Santoni Rugiu— cuyos saberes y prácticas estuvieran en la mejor disposición de compartirlos con sus alumnos en una relación dialógica, placentera y creativa; éste fue el famoso aprender haciendo de Dewey. Regresando a Carrillo, él lo planteó de la siguiente manera:
Lo que hago es, en primer lugar, estudiar todos los días el programa de las materias de cada uno de los grados de la escuela, para saber qué cosas y fenómenos deberé hablar en mis lecciones de tal o cual semana; en seguida estudio bien el tema de la clase, y cuando no me queda ya duda ninguna, entonces me pongo a considerarlo, no como hombre, sino como niño, como ignorante, y me pregunto: ¿Qué le gustará más a los niños de esta cosa? ¿Qué será más fácil para ellos, esto o esto otro? ¿Cómo explicaría un niño este asunto, si lo supiera? Esto es: pienso mucho, mucho en los niños... (1964, p. 47).
Los principios de la enseñanza armónica de Johonnot, un educador norteamericano, Carrillo los hizo suyos y los expuso en la publicación periódica dirigida por él mismo, La Reforma de la Escuela Elemental. El primer principio fue que en la instrucción primaria se debería proceder de lo conocido a lo desconocido, nuestro autor lo explicó al magisterio mexicano de la siguiente forma:
Lo que Johonnot inculca, es que aquellos primeros conocimientos del niño han de servir al maestro de punto de partida para la enseñanza de los nuevos; que se ha de apoyar en ellos, exactamente como al subir la escalera, cada peldaño es el punto de apoyo que nos permite llegar al peldaño superior, de tal manera, que sin el auxilio del primero, no podríamos subir al segundo. Me valdré de algunos ejemplos para darme a entender mejor. (1964, p. 391)
Lo que se conoce actualmente como conocimientos previos, información no visual, conocimiento del mundo, es el supuesto previo del cual debe partir la enseñanza para construir los nuevos conocimientos conjuntamente con los alumnos. Incluso la metáfora que utilizó, tiene un cierto parecido con el término andamiaje concebido por Bruner. Otro principio fue que en la instrucción primaria se debe presentar lo concreto, aquí nuestro autor hace una crítica a la enseñanza tradicional, que en el caso de la aritmética, primero aprendían las reglas (lo abstracto) y después la operación (lo concreto). La pedagogía moderna enseñó el conocimiento de los objetos por medio de la intuición, es decir pertenecen al mundo concreto, que es el elemento propio de la infancia.
La intuición es un concepto usado por Pestalozzi, aunque no fue exclusivo de él puesto que ya otros pensadores de la edad moderna lo habían mencionado. Sin embargo, Pestalozzi amplió el significado, especificando la intuición exterior, o sea la impresión de las cosas, y la intuición interior, que es la atribución de valor a las impresiones o sentimientos relativos. De hecho, la intuición significa la observación directa y experimentación con las cosas, los modelos, las estampas, etcétera.
Una de las ideas más originales de Carrillo consistió en estimar el aprovechamiento del niño en los exámenes no preguntándole lo que ya sabía, lo que sólo acreditaría una buena memoria, sino planteándole nuevos problemas para averiguar su capacidad de formación. Aún más, Carrillo propuso que los exámenes deberían desaparecer por completo de la escuela tal como se aplicaban en su época, sin embargo, dijo más adelante que ésta es una medida muy radical por lo que expone
...tomar en cuenta para señalar las calificaciones, no sólo el éxito del examen, sino también de la manera cómo se han llevado sus lecciones durante todo el año, dando a este segundo momento una preponderancia cada vez mayor sobre el primero. (1964, p. 317).
Carlos A. Carrillo
Carlos A. Carrillo nació
en Córdoba, Veracruz, en 1855 y murió en la ciudad de México, en 1893. Antes
del año de nacido, sus padres se trasladaron a Jalapa, Ver., donde pasó su
niñez y su juventud. Ahí realizó sus estudios primarios y preparatorios, así
como los de Derecho en el Seminario Conciliar y en el Colegio del Estado.
Posteriormente, se dedicó a la enseñanza en un colegio particular en Coatepec,
Ver., muy cerca de Jalapa. Luego impartió las cátedras de Español y Caligrafía
en la Escuela Normal de Jalapa. A continuación se traslada a la ciudad de
México, donde es nombrado Director de la Escuela Práctica Anexa a la Normal de
México. Por último, fue nombrado Director de una Escuela Municipal de la
capital del país.
Aurelio ortega
Meritoria y ejemplar fue
la obra docente del maestro Aurelio Ortega, pues sirvió al estado de Jalisco
con toda dedicación durante 67 años, caso único quizás en los anales de la
educación jalisciense. Nació en Guadalajara, Jalisco, el día del aniversario de
la fundación de dicha ciudad, 14 de febrero del 1848. Sus padres fueron don
Juliano Ortega de Algarín y doña Teodora Urenda.
El joven Aurelio fue un autodidacta excepcional. Formalizó sus estudios en el Liceo de Varones de Guadalajara donde realizó su examen profesional el cual fue aprobado por la Junta Directiva del Liceo y se le expidió el título de preceptor de 1er. Orden en 1867.
Se le designo Director de la Escuela Municipal No. 8 para niños, iniciando así su profesión por verdadera vocación. Para documentarse compraba los mejores libros de pedagogía, lo que le valió ser tomado en cuenta en las discusiones sobre problemas educativos.
En 1868 colaboró con el Club Popular de Artesanos y atendió la escuela que esa agrupación sostuvo por varios años. De 1877 a 1887 fue uno de los organizadores de Sociedad de clases productoras, que impartió enseñanza primaria a los obreros en escuelas nocturnas gratuitas.
Como maestro distinguido, Aurelio Ortega formó parte del grupo de maestros que fueron enviados a finales del siglo XIX por el gobierno del estado a la Escuela Normal Veracruzana con sede en Jalapa a estudiar el método educativo analítico sintético para la enseñanza de la lectura y la escritura, que había implantado el pedagogo suizo Enrique C. Rébsamen. Aurelio Ortega participó en la modernización tanto de los métodos docentes como del sistema educativo en general en Jalisco donde pronto se adoptó el nuevo método para la enseñanza de la lectura y escritura, con muy buenos resultados.
En 1910 el gobernador del estado, Miguel Ahumada y el Secretario de Gobierno, Juan N. Lomeli, entregaron al maestro Ortega un Diploma de Honor y una Medalla de Oro, en reconocimiento a sus 30 años de servicios ininterrumpidos.
En 1911 fue director de la Escuela Normal de Profesores, y tres años más tarde Secretario de Educación Pública así como maestro de la clase de metodología de la Escuela Normal. Se jubiló en 1924, no obstante continuó prestando sus servicios como director de un Centro Nocturno para Obreros. También prestó sus servicios en la Penitenciaría del Estado de 1926 a 1929.
Como reconocimiento a su trabajo en una ceremonia realizada en el Teatro Degollado, se le entregó un pergamino firmado por todos los que habían sido sus alumnos, entre los cuales figuran: Jesús González, Agustín Rocha, Genaro Rodríguez, Crescencio Laguna, Agapito Chávez, José María Flores y Ramón Velarde, entre otros. Durante más de 62 años asistió a impartir clases, actividad que era y formaba parte de su vida. Sólo guardó cama una semana antes de su muerte acaecida en 21 de julio de 1935 en Guadalajara, Jalisco.
El joven Aurelio fue un autodidacta excepcional. Formalizó sus estudios en el Liceo de Varones de Guadalajara donde realizó su examen profesional el cual fue aprobado por la Junta Directiva del Liceo y se le expidió el título de preceptor de 1er. Orden en 1867.
Se le designo Director de la Escuela Municipal No. 8 para niños, iniciando así su profesión por verdadera vocación. Para documentarse compraba los mejores libros de pedagogía, lo que le valió ser tomado en cuenta en las discusiones sobre problemas educativos.
En 1868 colaboró con el Club Popular de Artesanos y atendió la escuela que esa agrupación sostuvo por varios años. De 1877 a 1887 fue uno de los organizadores de Sociedad de clases productoras, que impartió enseñanza primaria a los obreros en escuelas nocturnas gratuitas.
Como maestro distinguido, Aurelio Ortega formó parte del grupo de maestros que fueron enviados a finales del siglo XIX por el gobierno del estado a la Escuela Normal Veracruzana con sede en Jalapa a estudiar el método educativo analítico sintético para la enseñanza de la lectura y la escritura, que había implantado el pedagogo suizo Enrique C. Rébsamen. Aurelio Ortega participó en la modernización tanto de los métodos docentes como del sistema educativo en general en Jalisco donde pronto se adoptó el nuevo método para la enseñanza de la lectura y escritura, con muy buenos resultados.
En 1910 el gobernador del estado, Miguel Ahumada y el Secretario de Gobierno, Juan N. Lomeli, entregaron al maestro Ortega un Diploma de Honor y una Medalla de Oro, en reconocimiento a sus 30 años de servicios ininterrumpidos.
En 1911 fue director de la Escuela Normal de Profesores, y tres años más tarde Secretario de Educación Pública así como maestro de la clase de metodología de la Escuela Normal. Se jubiló en 1924, no obstante continuó prestando sus servicios como director de un Centro Nocturno para Obreros. También prestó sus servicios en la Penitenciaría del Estado de 1926 a 1929.
Como reconocimiento a su trabajo en una ceremonia realizada en el Teatro Degollado, se le entregó un pergamino firmado por todos los que habían sido sus alumnos, entre los cuales figuran: Jesús González, Agustín Rocha, Genaro Rodríguez, Crescencio Laguna, Agapito Chávez, José María Flores y Ramón Velarde, entre otros. Durante más de 62 años asistió a impartir clases, actividad que era y formaba parte de su vida. Sólo guardó cama una semana antes de su muerte acaecida en 21 de julio de 1935 en Guadalajara, Jalisco.
EDUCACIÓN EN EL PORFIRIATO
Con la
llegada de Díaz al poder, se vislumbra un avance económico en el país, sin
embargo ese avance económico solo se procuro a las minorías en el poder,
nuevamente la educación giro en torno a la situación por la que el país
atravesaba, dejando entrever que el grueso de la población eran gente humilde y
de escasos recursos, que habían quedado en la miseria después de la lucha de
independencia. Díaz se preocupo por incrementar los ingresos económicos y
favoreció la educación, pero la educación de los jóvenes nobles, provenientes
de familias con cierto poder económico, una vez más la educación entro a un
estancamiento. Dentro de todo este caos la educación fue tomada nuevamente por
los clérigos, que se convirtieron en cómplices silenciosos de la clase en el
poder. La educación impartida por el estado se vio minimizada por las
raquíticas aportaciones que se recibían. La miseria en la que una vez más se
sumió el país, hizo que los jóvenes que estudiaban en este tipo de escuelas las
abandonaran para dedicarse a las actividades productivas a que eran sometidos
para ayudar a su familia a sobrevivir, con esto el analfabetismo crecía
constantemente hundiendo a los más necesitados y con más carencias: los
campesinos e indígenas que servían a un terrateniente.
Gabino Barreda consideraba que la educación debía mostrar la verdad en todos los aspectos, para formar la conducta, logró preferentemente en la Escuela Nacional Preparatoria donde se enseñaba a los alumnos a observar, experimentar, razonar sin recurrir a la teología o a la metafísica, tenía el propósito fundamental de formar la burguesía mexicana (puntual del posterior Porfiriato) que se constituyó de individuos cuyos conocimientos e ideologías los hacía de hecho los más viables conductores de la economía del Estado. En las escuelas del Porfiriato, la variable fundamental para el cumplimiento de los programas constituía el Maestro.
Por otra parte, en la educación durante el Porfiriato un personaje que tuvo mucha importancia fue Justo Sierra el fue el creador de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ejerció una influencia muy grande en los medios intelectuales. Fue director de la Escuela Nacional Preparatoria. También creó en 1905, la primera Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes y dentro de ella la primera sección destinada a la enseñanza técnica, en 1907.
El da a lugar propuestas que tienen como fin el realizar cambios en la educación con relación al concepto de instrucción por el de educación, también propone la unificación de la lengua, la autonomía de los jardines de niños, el reconocimiento del magisterio y a nivel superior, la reorganización de las carreras de Medicina, Jurisprudencia, Ingeniería, Bellas artes y Música, así como la promoción de la arqueología elevada a la categoría de ciencia y finalmente, se establecería un sistema de becas para los alumnos más prometedores del país.
Implanto el uso del libro de texto basados con la ideología del contenido científico en la educación. Fue autor del texto “Historia patria” para primaria e “Historia General” para preparatoria.
El impulso a las escuelas de adultos, es decir, de los niños que han pasado ya de la edad escolar, o de los hombres que forman parte de las clases obreras, y que no han podido recibir la educación elemental primaria o no han podido completarla.
Fundación de las escuelas para niños deficientes, niños que no pueden llegar al mismo tiempo de que los otros a un desarrollo suficiente para poder aprovechar de los elementos educativos. Problema de especial estudio por alemanes y de Estados Unidos, en el que una vez que el niño ha recibido el trato y enseñanza especial, deberá ser reintegrado a las escuelas normales.
La obligatoriedad de la instrucción primaria. Quedando como encargada de su cumplimiento a la autoridad política.
Educación Básica: La dirección nacional de Instrucción Primaria era la encargada de señalar modalidades de dicha Ley de acuerdo con las necesidades locales.
La Educación Primaria elemental se distribuía en cinco años y era obligatoria para los niños entre los seis y catorce años; tenía como finalidad de “realizar el desenvolvimiento armónico del niño, dando vigor a su personalidad, creando en el hábitos que lo hagan apto para el desempeño de sus futuras funciones sociales y fomentando su espíritu de iniciativa.
Se tenía que cubrir cuatro aspectos en su desarrollo como son:
• La Cultura Moral: que se llevara acabo suscitando la formación del carácter por medio de la obediencia y disciplina, así por el constante y racional ejercicio de sentimientos, resoluciones, y actos encaminados a producir el respeto a si mismo y el amor a la familia, a la escuela, a la patria y los demás.
• La Cultura Intelectual: la disciplina de la imaginación y la progresiva aproximación de la exactitud del juicio.
• La Cultura Física: Por medio de ejercicios corporales apropiados y por la formación de hábitos de higiene.
• La Cultura Estética: Que se efectuara promoviendo la iniciación del buen gusto y proporcionando a los educandos emociones de arte adecuadas a su edad.
La Educación Preparatoria: la preparatoria constituyó la institución ejemplar del Porfiriato que procuró su establecimiento en todos los Estados, las preparatorias al igual que los liceos mejoraron sus contenidos y sus instrumentaciones didácticas fundadas en las ciencias físicas y naturales.
La Educación Normal: en el proceso de la fundación de las escuelas se observó la influencia de las instituciones normalistas norteamericanas, tanto en su curriculum como en su administración, todo ello en razón de que los pedagogos mexicanos recibieron importante formación en aquel país.
La situación de los Maestros: durante el Porfiriato, los maestros ocupaban una posición muy contradictoria al interior de la estructura social; en tanto crecía la demanda de maestros, sus condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos, los maestros que trabajaban para el gobierno federal percibían mensualmente 50 pesos en tanto que los municipales ganaban la mitad. Los maestros que percibían los más altos salarios, residían por lo general en las ciudades más grandes, en contraste con los maestros rurales, cuyas bajas percepciones se justificaban por el bajo costo de la vida en las comunidades rurales. Por norma, podría aceptarse que los bajos salarios se debían a las dificultades de los presupuestos nacional y regional, además de que todavía la educación pública y la enseñanza no era aceptada como válida por la sociedad. Realmente en la práctica lo que se pretendió al final del Porfiriato, y por muy sobradas razones, muchos maestros eran agudos críticos del régimen y de sus ideólogos, empleando las mismas aulas para difundir los problemas de los opositores al Porfiriato.
Gabino Barreda consideraba que la educación debía mostrar la verdad en todos los aspectos, para formar la conducta, logró preferentemente en la Escuela Nacional Preparatoria donde se enseñaba a los alumnos a observar, experimentar, razonar sin recurrir a la teología o a la metafísica, tenía el propósito fundamental de formar la burguesía mexicana (puntual del posterior Porfiriato) que se constituyó de individuos cuyos conocimientos e ideologías los hacía de hecho los más viables conductores de la economía del Estado. En las escuelas del Porfiriato, la variable fundamental para el cumplimiento de los programas constituía el Maestro.
Por otra parte, en la educación durante el Porfiriato un personaje que tuvo mucha importancia fue Justo Sierra el fue el creador de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ejerció una influencia muy grande en los medios intelectuales. Fue director de la Escuela Nacional Preparatoria. También creó en 1905, la primera Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes y dentro de ella la primera sección destinada a la enseñanza técnica, en 1907.
El da a lugar propuestas que tienen como fin el realizar cambios en la educación con relación al concepto de instrucción por el de educación, también propone la unificación de la lengua, la autonomía de los jardines de niños, el reconocimiento del magisterio y a nivel superior, la reorganización de las carreras de Medicina, Jurisprudencia, Ingeniería, Bellas artes y Música, así como la promoción de la arqueología elevada a la categoría de ciencia y finalmente, se establecería un sistema de becas para los alumnos más prometedores del país.
Implanto el uso del libro de texto basados con la ideología del contenido científico en la educación. Fue autor del texto “Historia patria” para primaria e “Historia General” para preparatoria.
El impulso a las escuelas de adultos, es decir, de los niños que han pasado ya de la edad escolar, o de los hombres que forman parte de las clases obreras, y que no han podido recibir la educación elemental primaria o no han podido completarla.
Fundación de las escuelas para niños deficientes, niños que no pueden llegar al mismo tiempo de que los otros a un desarrollo suficiente para poder aprovechar de los elementos educativos. Problema de especial estudio por alemanes y de Estados Unidos, en el que una vez que el niño ha recibido el trato y enseñanza especial, deberá ser reintegrado a las escuelas normales.
La obligatoriedad de la instrucción primaria. Quedando como encargada de su cumplimiento a la autoridad política.
Educación Básica: La dirección nacional de Instrucción Primaria era la encargada de señalar modalidades de dicha Ley de acuerdo con las necesidades locales.
La Educación Primaria elemental se distribuía en cinco años y era obligatoria para los niños entre los seis y catorce años; tenía como finalidad de “realizar el desenvolvimiento armónico del niño, dando vigor a su personalidad, creando en el hábitos que lo hagan apto para el desempeño de sus futuras funciones sociales y fomentando su espíritu de iniciativa.
Se tenía que cubrir cuatro aspectos en su desarrollo como son:
• La Cultura Moral: que se llevara acabo suscitando la formación del carácter por medio de la obediencia y disciplina, así por el constante y racional ejercicio de sentimientos, resoluciones, y actos encaminados a producir el respeto a si mismo y el amor a la familia, a la escuela, a la patria y los demás.
• La Cultura Intelectual: la disciplina de la imaginación y la progresiva aproximación de la exactitud del juicio.
• La Cultura Física: Por medio de ejercicios corporales apropiados y por la formación de hábitos de higiene.
• La Cultura Estética: Que se efectuara promoviendo la iniciación del buen gusto y proporcionando a los educandos emociones de arte adecuadas a su edad.
La Educación Preparatoria: la preparatoria constituyó la institución ejemplar del Porfiriato que procuró su establecimiento en todos los Estados, las preparatorias al igual que los liceos mejoraron sus contenidos y sus instrumentaciones didácticas fundadas en las ciencias físicas y naturales.
La Educación Normal: en el proceso de la fundación de las escuelas se observó la influencia de las instituciones normalistas norteamericanas, tanto en su curriculum como en su administración, todo ello en razón de que los pedagogos mexicanos recibieron importante formación en aquel país.
La situación de los Maestros: durante el Porfiriato, los maestros ocupaban una posición muy contradictoria al interior de la estructura social; en tanto crecía la demanda de maestros, sus condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos, los maestros que trabajaban para el gobierno federal percibían mensualmente 50 pesos en tanto que los municipales ganaban la mitad. Los maestros que percibían los más altos salarios, residían por lo general en las ciudades más grandes, en contraste con los maestros rurales, cuyas bajas percepciones se justificaban por el bajo costo de la vida en las comunidades rurales. Por norma, podría aceptarse que los bajos salarios se debían a las dificultades de los presupuestos nacional y regional, además de que todavía la educación pública y la enseñanza no era aceptada como válida por la sociedad. Realmente en la práctica lo que se pretendió al final del Porfiriato, y por muy sobradas razones, muchos maestros eran agudos críticos del régimen y de sus ideólogos, empleando las mismas aulas para difundir los problemas de los opositores al Porfiriato.
Educación en la época del Porfiriato
El positivismo se convirtió en el fundamento indispensable para
orientar la educación hacia el progreso, sólo así, se pensaba, se cumpliría el
ideal liberal de libertad científica. En diciembre de 1867 el gobierno de
Juárez expidió la Ley de Instrucción Pública, en la que se reglamenta el
carácter gratuito y obligatorio de la enseñanza elemental, con base en la cual
se funda la Escuela Nacional Preparatoria como la institución más
representativa de la nueva orientación de la educación.
No obstante que la ley que decretó la creación de la Escuela Nacional, sirvió de base para la creación de instituciones similares en las entidades federativas bajo el nombre de Colegios Civiles; estos Colegios siguieron la misma orientación positivista de la Escuela Nacional Preparatoria; por consiguiente, los principios rectores de la instrucción en México partirían en oposición al dogma, de la observación y la experiencia.
Gabino Barreda consideraba que la educación debía mostrar la verdad en todos los aspectos, para formar la conducta, logró preferentemente en la Escuela Nacional Preparatoria donde se enseñaba a los alumnos a observar, experimentar, razonar sin recurrir a la teología o a la metafísica, tenía el propósito fundamental de formar la burguesía mexicana (puntual del posterior Porfiriato) que se constituyó de individuos cuyos conocimientos e ideologías los hacía de hecho los más viables conductores de la economía del Estado. En las escuelas del Porfiriato, la variable fundamental para el cumplimiento de los programas constituía el Maestro.
De acuerdo a los propósitos de los políticos porfirianos, la inspección y la capacitación de los docentes constituía la garantía del programa.
En el período de referencia, la creación de escuelas normales fue producto de los Congresos de Instrucción de 1890, históricamente la Escuela Normal de Profesores resultó de la conversión de una preparatoria para mujeres que funcionaba en la capital; en esta misma ciudad en 1887 el Gobierno Federal inauguró la Escuela Nacional de Profesores. En la fundación de estas instituciones y de la mayoría del interior de la República, fue clara la influencia del modelo de escuela normalista norteamericana; tan fue así que los programas de las escuelas normales eran revisados frecuentemente para mantenerlos al día con la pedagogía del momento en Europa y Estados Unidos y para estudiar con mayor detalle los aspectos prácticos de la enseñanza en sí misma. durante el período de fundación de escuelas normales que abarcó las dos últimas décadas del siglo de referencia, varios gobiernos estatales enviarían a maestros mexicanos a perfeccionarse a escuelas normales norteamericanas. Hacia el final del Porfiriato, algunas escuelas normales contribuyeron en la tarea de crítica hacia la dictadura.
La Educación Preparatoria: la preparatoria constituyó la institución ejemplar del Porfiriato que procuró su establecimiento en todos los Estados, las preparatorias al igual que los liceos mejoraron sus contenidos y sus instrumentaciones didácticas fundadas en las ciencias físicas y naturales.
La Educación Normal: en el proceso de la fundación de las escuelas se observó la influencia de las instituciones normalistas norteamericanas, tanto en su curriculum como en su administración, todo ello en razón de que los pedagogos mexicanos recibieron importante formación en aquel país.
El programa del desarrollo de las facultades que se trató de implantar en México, tropezó además de la insuficiencia de los presupuestos educativos de algunos Estados, con una realidad de tres siglos de lastre colonial y con una lealtad de las masas hacia la Iglesia, que se trató de transformar en lealtad hacia el Estado.
La situación de los Maestros: durante el Porfiriato, los maestros ocupaban una posición muy contradictoria al interior de la estructura social; en tanto crecía la demanda de maestros, sus condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos, los maestros que trabajaban para el gobierno federal percibían mensualmente 50 pesos en tanto que los municipales ganaban la mitad. Los maestros que percibían los más altos salarios, residían por lo general en las ciudades más grandes, en contraste con los maestros rurales, cuyas bajas percepciones se justificaban por el bajo costo de la vida en las comunidades rurales. Por norma, podría aceptarse que los bajos salarios se debían a las dificultades de los presupuestos nacional y regional, además de que todavía la educación pública y la enseñanza no era aceptada como válida por la sociedad. Realmente en la práctica lo que se pretendió al final del Porfiriato, y por muy sobradas razones, muchos maestros eran agudos críticos del régimen y de sus ideólogos, empleando las mismas aulas para difundir los problemas de los opositores al Porfiriato.
La destitución y el exilio a París de Porfirio Díaz se logran en 1911. La nueva preocupación política era conformar un gobierno republicano y democrático capaz de satisfacer las demandas populares. La situación del sistema educativo nacional reflejaba el ambiente que reinaba en el país. El nivel superior era el más abandonado a pesar de las pequeñas decisiones que tomaban las autoridades docentes y gubernamentales para encauzar la enseñanza propuesta por Justo sierra a fines del Porfiriato, principalmente la fundación de la Universidad Nacional de México.
Con la llegada de Díaz al poder, se vislumbra un avance económico en el país, sin embargo ese avance económico solo se procuro a las minorías en el poder, nuevamente la educación giro en torno a la situación por la que el país atravesaba, dejando entrever que el grueso de la población eran gente humilde y de escasos recursos, que habían quedado en la miseria después de la lucha de independencia. Díaz se preocupo por incrementar los ingresos económicos y favoreció la educación, pero la educación de los jóvenes nobles, provenientes de familias con cierto poder económico, una vez más la educación entro a un estancamiento. Dentro de todo este caos la educación fue tomada nuevamente por los clérigos, que se convirtieron en cómplices silenciosos de la clase en el poder.
La educación impartida por el estado se vio minimizada por las raquíticas aportaciones que se recibían. La miseria en la que una vez más se sumió el país, hizo que los jóvenes que estudiaban en este tipo de escuelas las abandonaran para dedicarse a las actividades productivas a que eran sometidos para ayudar a su familia a sobrevivir, con esto el analfabetismo crecía constantemente hundiendo a los más necesitados y con más carencias: los campesinos e indígenas que servían a un terrateniente (recordemos que en Europa los terratenientes desaparecieron con el fin y caída del feudalismo). Por otra parte la Universidad Nacional de México trató de buscar estrategias para favorecer el acceso a la educación acción que no brindó frutos favorables.
Con la salida de Porfirio Díaz, del país, quedo un país débil, golpeado en muchos aspectos de su vida social, cultural y políticamente hablando. La educación carecía de una estructura firme, así es que debería de reiniciarse una búsqueda de estrategias que replantearan la enseñanza elemental, la educación artística o de artes se canalizó a través de los museos; mientras que la Universidad se dedicaba a los estudios profesionales. El país en ese momento tenía una preocupación más primordial que atender antes que el de la educación, la reorganización de un país que fue golpeado
No obstante que la ley que decretó la creación de la Escuela Nacional, sirvió de base para la creación de instituciones similares en las entidades federativas bajo el nombre de Colegios Civiles; estos Colegios siguieron la misma orientación positivista de la Escuela Nacional Preparatoria; por consiguiente, los principios rectores de la instrucción en México partirían en oposición al dogma, de la observación y la experiencia.
Gabino Barreda consideraba que la educación debía mostrar la verdad en todos los aspectos, para formar la conducta, logró preferentemente en la Escuela Nacional Preparatoria donde se enseñaba a los alumnos a observar, experimentar, razonar sin recurrir a la teología o a la metafísica, tenía el propósito fundamental de formar la burguesía mexicana (puntual del posterior Porfiriato) que se constituyó de individuos cuyos conocimientos e ideologías los hacía de hecho los más viables conductores de la economía del Estado. En las escuelas del Porfiriato, la variable fundamental para el cumplimiento de los programas constituía el Maestro.
De acuerdo a los propósitos de los políticos porfirianos, la inspección y la capacitación de los docentes constituía la garantía del programa.
En el período de referencia, la creación de escuelas normales fue producto de los Congresos de Instrucción de 1890, históricamente la Escuela Normal de Profesores resultó de la conversión de una preparatoria para mujeres que funcionaba en la capital; en esta misma ciudad en 1887 el Gobierno Federal inauguró la Escuela Nacional de Profesores. En la fundación de estas instituciones y de la mayoría del interior de la República, fue clara la influencia del modelo de escuela normalista norteamericana; tan fue así que los programas de las escuelas normales eran revisados frecuentemente para mantenerlos al día con la pedagogía del momento en Europa y Estados Unidos y para estudiar con mayor detalle los aspectos prácticos de la enseñanza en sí misma. durante el período de fundación de escuelas normales que abarcó las dos últimas décadas del siglo de referencia, varios gobiernos estatales enviarían a maestros mexicanos a perfeccionarse a escuelas normales norteamericanas. Hacia el final del Porfiriato, algunas escuelas normales contribuyeron en la tarea de crítica hacia la dictadura.
La Educación Preparatoria: la preparatoria constituyó la institución ejemplar del Porfiriato que procuró su establecimiento en todos los Estados, las preparatorias al igual que los liceos mejoraron sus contenidos y sus instrumentaciones didácticas fundadas en las ciencias físicas y naturales.
La Educación Normal: en el proceso de la fundación de las escuelas se observó la influencia de las instituciones normalistas norteamericanas, tanto en su curriculum como en su administración, todo ello en razón de que los pedagogos mexicanos recibieron importante formación en aquel país.
El programa del desarrollo de las facultades que se trató de implantar en México, tropezó además de la insuficiencia de los presupuestos educativos de algunos Estados, con una realidad de tres siglos de lastre colonial y con una lealtad de las masas hacia la Iglesia, que se trató de transformar en lealtad hacia el Estado.
La situación de los Maestros: durante el Porfiriato, los maestros ocupaban una posición muy contradictoria al interior de la estructura social; en tanto crecía la demanda de maestros, sus condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos, los maestros que trabajaban para el gobierno federal percibían mensualmente 50 pesos en tanto que los municipales ganaban la mitad. Los maestros que percibían los más altos salarios, residían por lo general en las ciudades más grandes, en contraste con los maestros rurales, cuyas bajas percepciones se justificaban por el bajo costo de la vida en las comunidades rurales. Por norma, podría aceptarse que los bajos salarios se debían a las dificultades de los presupuestos nacional y regional, además de que todavía la educación pública y la enseñanza no era aceptada como válida por la sociedad. Realmente en la práctica lo que se pretendió al final del Porfiriato, y por muy sobradas razones, muchos maestros eran agudos críticos del régimen y de sus ideólogos, empleando las mismas aulas para difundir los problemas de los opositores al Porfiriato.
La destitución y el exilio a París de Porfirio Díaz se logran en 1911. La nueva preocupación política era conformar un gobierno republicano y democrático capaz de satisfacer las demandas populares. La situación del sistema educativo nacional reflejaba el ambiente que reinaba en el país. El nivel superior era el más abandonado a pesar de las pequeñas decisiones que tomaban las autoridades docentes y gubernamentales para encauzar la enseñanza propuesta por Justo sierra a fines del Porfiriato, principalmente la fundación de la Universidad Nacional de México.
Con la llegada de Díaz al poder, se vislumbra un avance económico en el país, sin embargo ese avance económico solo se procuro a las minorías en el poder, nuevamente la educación giro en torno a la situación por la que el país atravesaba, dejando entrever que el grueso de la población eran gente humilde y de escasos recursos, que habían quedado en la miseria después de la lucha de independencia. Díaz se preocupo por incrementar los ingresos económicos y favoreció la educación, pero la educación de los jóvenes nobles, provenientes de familias con cierto poder económico, una vez más la educación entro a un estancamiento. Dentro de todo este caos la educación fue tomada nuevamente por los clérigos, que se convirtieron en cómplices silenciosos de la clase en el poder.
La educación impartida por el estado se vio minimizada por las raquíticas aportaciones que se recibían. La miseria en la que una vez más se sumió el país, hizo que los jóvenes que estudiaban en este tipo de escuelas las abandonaran para dedicarse a las actividades productivas a que eran sometidos para ayudar a su familia a sobrevivir, con esto el analfabetismo crecía constantemente hundiendo a los más necesitados y con más carencias: los campesinos e indígenas que servían a un terrateniente (recordemos que en Europa los terratenientes desaparecieron con el fin y caída del feudalismo). Por otra parte la Universidad Nacional de México trató de buscar estrategias para favorecer el acceso a la educación acción que no brindó frutos favorables.
Con la salida de Porfirio Díaz, del país, quedo un país débil, golpeado en muchos aspectos de su vida social, cultural y políticamente hablando. La educación carecía de una estructura firme, así es que debería de reiniciarse una búsqueda de estrategias que replantearan la enseñanza elemental, la educación artística o de artes se canalizó a través de los museos; mientras que la Universidad se dedicaba a los estudios profesionales. El país en ese momento tenía una preocupación más primordial que atender antes que el de la educación, la reorganización de un país que fue golpeado
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